lunes, 15 de abril de 2024
EN MEMORIA DEL PADRE BASILIO COSMEN
sábado, 6 de abril de 2024
MISA EN CORIAS POR EL PADRE BASILIO
jueves, 4 de abril de 2024
EL PADRE BASILIO HA FALLECIDO
martes, 2 de abril de 2024
EL PADRE BASILIO HOSPITALIZADO EN LEÓN
martes, 12 de marzo de 2024
FRANCO y FRANCOS (no confundir)
FRANCO y FRANCOS
(no confundir)
Por jrFRANCOS
Nuestro nombre y
apellidos nos gusta que se pronuncien bien y que se escriban bien; son algo así
como el ADN nominativo que hemos heredado y que nos identifica.
Los
extremeños suelen pronunciar muy quedamente las finales consonánticas, de
modo que para ellos yo soy Franco. Por eso, cuando doy mi nombre
completo, José Rodríguez Francos, añado la coletilla "terminado en
ese".
Voy a dejar a un
lado el apellido Franco y centrarme en el mío, Francos.
Dice Google que es muy antiguo y
"bastante frecuente y repartido por España". Afirmación que yo no
comparto.
A finales de los
60 cogí la guía telefónica de Madrid y vi que ese apellido ocupaba menos de dos
páginas, en una capital que entonces tenía ya más de dos millones de
habitantes.
No debe estar tan extendido, pues.
(Si abundaba el Francos Rodríguez, cuyo máximo exponente fue el periodista,
escritor, médico y político, de nombre José, que vivió entre 1862 y 1931, a
quien se recuerda y homenajea con una estación de metro que lleva su nombre).
Aquí, en Los
Santos de Maimona (BA), donde resido desde hace más de cincuenta años, hay
electrodomésticos Hernández, carpintería Pérez y Pérez; en la vecina Zafra
existe lavandería Franco (sin "ese"). Pero nunca he visto ni electrodomésticos,
ni carpinterías, ni lavanderías ni ningún otro negocio llamado Francos. Ni aquí
ni por donde he viajado.
No debe estar, por tanto, tan
extendido.
Más aún, de los
más de seiscientos alumnos que pasaron por mi aula, en Extremadura y Andalucía,
he coincidido varias veces en el Rodríguez con algunos, pero jamás ninguno se
apellidó Francos (sí Franco, sin "ese").
Disiento, por tanto, de que
"sea frecuente y esté extendido por España".
Bien. Vayamos
ahora a su origen.
Dice la información que recabé que
procede del nombre germano Frank, latinizado en Francus, nombre del pueblo
bárbaro que en el siglo V se adueñó de la Galia, desplazando a los romanos, ya
en decadencia.
Desde el siglo V
y hasta el VII ese pueblo bárbaro formó el extenso Reino de los Francos,
ocupando la parte central de Europa, que entonces no tenía las naciones tal y
como se conforman hoy en día.
Algunos de esos
"francos" hicieron peregrinación a Santiago de Compostela
atraídos por el hallazgo de los restos del apóstol Santiago, aunque expertos e
historiadores dicen que el apóstol nunca estuvo en España, pero el
asturiano rey Alfonso II el Casto y el obispo de Iria Flavia, Teodomiro,
crearon la "fake new" del hallazgo, una de las más exitosas de la
historia, diciendo que se habían hallado los restos guiados por una estrella
(GPS infalible, pendiente de homologación para ser utilizado por los de la
Memoria Histórica y que ya utilizaron los Reyes Magos), que indicó el lugar. El
caso es que el rey asturiano dio ejemplo siendo el primer peregrino que fue a
Santiago creando así la ruta o Camino Primitivo (300 kms), que actualmente
transitan miles de peregrinos, aunque los expertos también dicen que no se
puede probar porque no hay documentación sobre esa peregrinación regia.
Esos
"francos" peregrinaban por el camino que discurría por el norte de
España, acuñando la ruta denominada Camino del Norte o Camino de la
Costa, el que transita por el litoral asturiano.
Una vez cumplido
su objetivo, en su camino de retorno y a la altura de Luarca pudieran desviarse
al Monasterio de Obona (a 43 km), como complemento a su viaje piadoso. Lo que
sucedía también con la visita al Salvador en Oviedo, patrono de la ciudad, que
dio lugar a un dicho, que oigo a una prima segunda, y que dice: "El que va
a Santiago y no al Salvador, visita al criado y deja al señor".
Era la suya una
peregrinación devota, como hemos dicho, "turismo" de salvación del
alma que buscaba visitar todos los enclaves con renombre religioso, aunque
tuviesen que desviarse unos cuantos kilómetros.
Trasladado en el
tiempo, es algo así como si vamos desde Oviedo a Ponferrada (219 km) para ver
el Castillo de los Templarios, la Plaza del Ayuntamiento y el Museo de la Radio
de Luis del Olmo, entre otros, y satisfacemos al final el apetito dando cuenta
de un cocido maragato; y aprovechando que las tardes son largas, completamos la
excursión girando una visita a Las Médulas (25 km) y su acertado Centro de
Interpretación, poniendo remate al viaje cenando allí, para retornar de
nuevo a Oviedo.
Ellos hacían un
viaje piadoso y nosotros habríamos hecho un viaje turístico, de ocio. Pero el
esquema es el mismo.
Esos
"francos", cuyo reino ya no existía, pero sí el gentilicio,
como no tenían nada que perder y eran gentes en su mayoría sin patrimonio
que les animase a volver a casa, se asentaron algunos en las inmediaciones del
monasterio, bien pasando a formar parte como siervos del mismo para laborar sus
extensos dominios (por la comida y y donde dormir, y poco más), bien como
arrendatarios de fincas del mismo o bien como criados de algunos labradores que
tenían propiedad propia (sólo por la comida y habitáculo donde dormir, como los
del monasterio), o bien comprando tierras si tenían algún poder
adquisitivo (dudoso). Lo cierto es que el monasterio hizo como de imán, del
mismo modo que a lo largo del Camino se encuentran en la actualidad algunos
establecimientos regentados por extranjeros que vinieron en su día a hacerlo,
les gustó un lugar en concreto, vieron posibilidades de negocio y se asentaron
en torno a él. El Camino hizo también aquí de imán para ellos.
El monasterio de
Obona, uno de cuyos primeros monjes debía de tener como origen el Reino de los
Francos -y en concreto de la zona que sería con el tiempo Francia-, ya que
bautizó al lugar como Eau Bonnie (Agua Buena, en traducción del francés),
es para mí el origen del apellido Francos. Explíqueme, si no, alguien él por
qué de todo esto:
En las
inmediaciones del monasterio (a 4,5 km) hay una aldea que se llama Francos;
explíqueme como es así que tengo dos primas en Murias (a 1,8 km) que se
apellidan Francos Francos. Más aún, mi madre, de quien heredé el apellido, era
de Pereda, a 26,4 km. Y en el mismo concejo de Tineo, a 9 km, existe Materiales
de Construcción Francos. También en
Campiello (a 8,7 km), en la ruta del Camino Primitivo, tenemos a los Almacenes
Francos.
El Francos, pues,
abunda en el concejo de Tineo porque, deducción, un lugar del mismo (el
monasterio) fue el epicentro, la matriz del citado apellido con su poder
de atracción sobre los peregrinos procedentes del Reino de los Francos.
Eso no viene en Google, pero es
incuestionable.
Sí venía en el
saber de una tía mía de Murias, a menos de dos kilómetros del monasterio, como
sea ha consignado, que cuando la fui a ver, desde su silla de ruedas y ochenta
y cuatro años me dijo, hablando del monasterio: "Antaño ahí venía mucha
xente dafuera". Y también me dijo: "El nueso apellido vien dahí (del
cenobio y sus peregrinos)".
Lo de
"francos", como gentilíceo, sería lo mismo que si unos asturianos
forman una urbanización en la leonesa Valencia de Don Juan buscando sol para
sus fines de semana o vacaciones. Al referirse a ellos los leoneses les conocerían
como "los asturianos".
Y eso es todo. Al
primero que me aporte datos nuevos relevantes sobre el apellido Francos, que me
ayude a apuntalar el origen de mi apellido (o me rebata con fundamento lo que
he expuesto), le regalo un ejemplar dedicado del libro (solo tengo ese y
el de mi archivo) "La IV Fiesta de las Letras", en la imagen, el cual
recoge un relato mío ("Alicia y los ajos"), de catorce páginas, que
versa sobre los abusos laborales y sexuales que sufre una trabajadora en una fábrica
y que termina con un asesinato de guante blanco, que es casi un crimen
perfecto.
Está editado por
la Asociación Histórica Cultural Maimona, quien también incluyó relatos de mi
autoría en sus tres ediciones anteriores.
-------------
NOTAS.- Algunos apuntes sobre el
monasterio Santa María la Real de Obona.
-El primer monasterio fue fundado
por el príncipe Adelgaster, hijo bastardo del Rey Silo, y su esposa Doña
Brunilde, en el remoto año de 780, según un discutido documento desaparecido
(parece ser que era falso y que lo que se pretendía era darle realce, "darle
una impronta de la que habría carecido inicialmente". Nada que no se haga
ahora: Luis Roldán y Eduardo Gutiérrez Calderón quisieron también darse
prestigio académico engrosando su currículum con títulos que no tenían, el uno
siendo director de la guardia civil y el otro como falso médico que ejerció en
Murcia, Huelva y Extremadura durante 16 años sin tener titulación para ello.
-Es de estilo románico y barroco.
-El rey Alfonso IX (1171-1230),
tras visitarlo le otorgó el privilegio de ser paso obligado de peregrinos
hacia Santiago, lo que revalorizó la zona cultural y económicamente.
-En el siglo XII era un importante
centro benedictino de gran poder tanto económico como cultural. Los monjes
perfeccionaron las técnicas agrícolas y ganaderas. En sus aulas impartían
clases de latín, filosofía y teología.
-Era hito importante en el camino
primitivo, donde recibían auxilio y atenciones los peregrinos. También era
lugar de peregrinación para los que seguían el camino del norte o de la
costa, como se ha apuntado.
-Tenía hospital con botica y varios
ungüentos y recetas que hacían los monjes para curar las heridas y las
enfermedades propias del peregrino.
-Aquí se encuentra la más antigua
referencia a la sidra, diciendo "que si era posible se le debía dar a los
siervos junto con la comida".
-Fue declarado Monumento
Nacional el 14 de mayo de 1982.
-En sus inmediaciones se halla la
fuente Matoxo, denominada popularmente como fuente de Feijóo, debido al ilustre
pensador y teólogo Fray Jerónimo Feijóo (1676-1764), que tras sus
estancias aquí, se llevaba unas cántaras para Oviedo cuando se iba, como quien
se lleva unas botellas de vino de la Ribera Sacra cuando la visita.
-En el siglo X fue absorbido en una
tercera parte por el monasterio San Juan Bautista de Corias, y es cuando
más empieza a aparecer en los documentos.
-Tras un incendio, no del todo
restaurado, y las desamortizaciones en el siglo XVIII, comenzó su
declive, hasta llegar al estado de abandono actual.
-Queda citar la leyenda de
que en su subsuelo tiene túneles y laberintos que esconden tesoros, a los
cuales entraron aventureros de los que nunca se supo más; solo en las noches se
escucha el eco de sus lamentos.
Esto de los
túneles secretos lo habréis oído al igual que yo de algunos edificios, como
castillos, conventos y palacios; túneles que nunca nadie encontró. Doy fe
porque yo en mi juventud, intrépido y crédulo, di visos de veracidad a una
leyenda local que decía que desde el Pico Castiellu, antiguo castillo medieval
militar de Santa Cruz, del que quedan restos (lugar estratégico de
difícil acceso, con cometido de control viario, situado en la confluencia del
río Arganza y Narcea), había, según decir de los paisanos de la zona, un túnel
que bajaba hasta el río para escapar en caso de asedio y donde se escondía un
tesoro.
Armado con un
rozón (guadaña para maleza), un foucín grande, hacha, pico y pala, me tiré dos
días cortando maleza y arbustos, cavando y paleando tierra donde se decía que
comenzaba el túnel, y lo único que conseguí fue… Fue que hoy no viajo en un
jaguar ni vivo en una mansión, aparte de terminar deslomado, con arañazos en
las manos y el mono de trabajo roto al enganchare en las zarzas.
Esos túneles son
como el cuélebre, que existe pero nunca nadie lo vio. Los hay en muchos de esos
edificios antiguos, como queda dicho, pero no se oyó de nadie que fuese
rico por encontrar un tesoro en uno de ellos ya que solo están en las leyendas
locales.
-Tras ese inciso, decir que,
toponímicamente, Obona viene de Oubona, Aubona, Aqua Bonna, Agua-buena referido
al valle donde se asienta, de abundantes y buenas aguas.
-Por último, el lado oscuro.
Llegados a este punto hay dos apartados un tanto espinosos que en aras de la
verdad deben de ser manejados con precaución.
Uno. Los monjes
exprimían a los campesinos arrendatarios con sus tributos, por lo que no eran
demasiado queridos; (bien, eso entra dentro de la conducta del señor feudal,
del terrateniente o del que vive de arrendamientos, que no es otra que
intentar cobrar cuanto más mejor, sin pararse en lo que es justo y no es
justo). Este apartado es creíble.
Dos. Este otro
apartado, referido al "derecho de pernada" de los monjes, me niego a
extenderme más de las tres palabras que he entrecomillado.
Quienes hablan de
ello, a veces se copian unos a los otros y transmiten los mismos errores o
inexactitudes por algo que no está investigado a fondo y si se ha realizado no
se ha encontrado nada.
Sobre este
escabroso hecho, los escritos leídos empiezan poniendo una
ambigüedad o cuña de duda del estilo de "cuenta la tradición" o
"dicen las malas lenguas", también "se cuenta en los mentideros",
y por el estilo, con lo cual ya quitan rigor histórico a lo que dicen después,
pero unos y otros, y aunque sea con esa coletilla de entrada, lo que hacen es
propagar algo que no está constatado documentalmente, como se ha dicho.
Por tanto, no entro en el juego, aunque sea carnaza periodística lo que se dice,
y lo dejo ahí. Quien quiera más información al respecto que busque en Google.
Personalmente, a
mí me cuesta creerlo, aunque en la Edad Media sucedían hechos inconcebibles a
la luz de hoy día, hechos que también se dan, como el abuso de ciertas personas
o mafias con su falta de respeto a los derechos humanos traficando con
personas; o los que suceden en el campo de la explotación laboral hasta
casi la esclavitud o la también explotación sexual. Para ello no hace
falta remontarse a "atapuerca", basta con asomarse a los medios
de comunicación.
—--------
Queda citar
cuatro nombres propios en relación al monasterio:
-Al pintor y escultor de Navelgas
Manuel García Linares (con dos esculturas en lo que es el Museo de
Escultura al Aire Libre de Oviedo, del que en tiempos colgué yo aquí un amplio
reportaje con varias fotos), que siempre mostró preocupación e interés por ese
cenobio.
-La escritora y cineasta avilesina
Ana López Martín, autora de la novela "El crucigrama de Jacob", con
escenas en el monasterio, que presentó en él y al tiempo reivindicó su
restauración; es asimismo directora de la película-documental basada en dicha
novela.
-Las asociaciones Conde de
Campomanes y Amigos del Camino de Santiago astur-galaico que en 2016 realizaron
una concentración en Tineo y marcha hasta el mismo, donde leyeron un manifiesto
que pedía su restauración.
-También habría que recordar al
consejero de Cultura Manuel Fernández de la Cera, quien durante su mandato,
años 80, propició la sustitución de la cubierta, evitando su desplome y la
ruina total.
Y eso es todo.
Abandonamos el tema y el lugar, que se podría decir que es la
"placenta" y "parto" de mi apellido, llevándonos un chosco
de embutidos Monasterio de Obona, de Tineo, que junto con una
"fogaza" de pan de Cangas del Narcea y una botella de agua de la
fuente Feijóo, pueden ser una buena merienda en un "prau", aunque
como la fuente está seca, si acompañamos el embutido y el pan con un vino de
esas viñas heroicas en bancales, de Cangas del Narcea, nos sabrá mejor.
Hasta otra.
—--------
P.D. En internet existen varias
fotos del Monasterio e incluso del valioso Cristo de tamaño natural del siglo
XII, para algunos la mejor talla asturiana del medioevo, que tiene la cabeza
llena de excrementos de pájaros, tal es el abandono. Quizá esperando que
reaparezca otro Eric el Belga, el mayor ladrón de arte en España, y lo expolie,
como hizo el citado en el pasado en varios edificios religiosos.
Hasta otra. Salud.
sábado, 30 de diciembre de 2023
EXCOMPAÑEROS
Por jrFRANCOS
Quienes me conocen, saben que Pío Baroja no
escribió su conocida sentencia ("Los nacionalismos se curan
viajando") para gente como yo.
Cuando era adolescente y estaba en el pueblo, me
decía con frecuencia: "Más allá de esas montañas tiene que haber 'algo'
", (otro mundo, otro estilo de vida). Y lo había.
Llevo a mi pueblo en el recuerdo, porque es donde
nací y transcurrió mi niñez, y eso deja impronta; llevo a Asturias en el
recuerdo porque es una tierra que me gusta. Lo mismo podía decir de Extremadura
(sí exceptuamos julio y agosto), donde llevo más de cincuenta años. Pero ni con
la una ni con la otra voy con el terruño pegado al culo.
Hago esa entradilla porque cuando en 2009 se puso
en marcha el Blog (Samuel y Galán fueron los ideólogos y este último
quien materializó la idea), hubo un pequeño debate en sus inicios: todos decían
que los temas de qué hablar tenían que circunscribirse a nuestro paso por
Corias; solo yo dije que si así era terminaríamos como los abuelos en el
parque, contando siempre las mismas batallitas; que nos ahogaríamos en nosotros
mismos con nuestra endogamia.
El tiempo me daría la razón y, cuando el Blog
estaba en su apogeo, con más de cien visitas diarias, hubo muchas entradas
donde nadie hablaba de Corias. A quién podían interesar "las cosas de
Corias" contadas por unos nostálgicos? A quien puede interesar esta
entrada mía de ahora, como no sea para consumo interno?
Personalmente, en la mayoría de las más de
130 entradas que tengo, eso hice. Escribir de todo: de viajes, humor, política,
aventuras, sobre filosofía existencialista, sobre... Y a veces sobre
"cosas del internado en Corias".
Paradójicamente, en esta segunda etapa de mi
colaboración con él, de las cinco entradas que colgué en el mismo desde el
verano hacia acá, salvo una versan todas en su temática en lo contrario a lo
que un día defendí. Y hoy voy a reincidir, pero será por pocas veces más.
--------------
COMPAÑEROS DEL INTERNADO EN EL RECUERDO (orden
aleatorio).
ATILANO. No recuerdo prácticamente nada de él,
solo que hicimos un trueque que me salvó los pies, aunque saliese
perdiendo.
Me dieron dinero en casa para comprar unos
zapatos. Como se llevaban los puntiagudos, pues yo los cogí de lo más, para ir
a la moda (a ver quién se quedaba atrás), hasta tal extremo que aquello era una
tortura. Observé que Atilano tenía unos bastante en punta, en buen uso todavía
y que me quedaban bien. De modo que le propuse hacer el cambio "pelo a
pelo" y aceptó.
Desconozco si con el tiempo tuvo que ir al
traumatólogo.
-----------
BALSERA (Alfredo). Era adicto al café, como lo
eran todos sus vecinos de La Borra, concejo de Salas, donde los montones de
borra (restos del café), de generación tras generación, se alternan en las
afueras del pueblo con los del estiércol de las vacas.
Con su permiso cuento algo que me contó. Había
una moza en Corias con la que tenía enredos y salió una noche a verla. Al
regresar a las tantas y entrar sigilosamente por la puerta, el padre Castaño le
sorprendió y, cogiéndole de un brazo con energía, le preguntó autoritariamente
que de dónde venía, y él con gran rapidez mental le contesta: "Tengo
permiso del padre Carmelo". El padre Castaño le soltó como por resorte. Y
nuestro Balsera, para que las mentiras no tuviesen las patas cortas, subió directo
a la celda del mismo, llamó a las altas horas de la noche que eran a su puerta
y le contó lo ocurrido. "No te preocupes, acuéstate", le contestó.
De Balsera recuerdo que sacaba grandes notas,
presagio de las altas responsabilidades que tuvo en su vida profesional, tanto
en las televisiones autonómicas de Asturias y Madrid como en su empresa
privada.
De los compañeros de entonces es con quién más me
relaciono, desayunando cada vez que subo un buen chocolate con unos buenos
churros en una cafetería que está al final de la Losa, en Oviedo (eso sí, por
la buena marcha de la amistad hemos puesto unos cotos a los temas de
conversación, que respetamos). Otras veces me monta en su Mercedes y me lleva a
La Morgal o a Las Caldas, campos de golf, y mientras él hace el circuito yo doy
unos golpes. Comemos y durante el café desenfunda la guitarra que siempre lleva
en el maletero y se pone a tocarla y a cantar. Los presentes se quedan mirando
y le aplauden al final, porque aún lo sigue haciendo bien, como cuando en
Corias le decíamos TEQUILA.
Se aficionó al golf pasados los cincuenta y
sobresalió, y de qué manera. Tiene las vitrinas llenas de trofeos, y recortes
de prensa varios. Si llega a haber empezado cuando hay que empezar, hubiese
sido un golfista que destacaría en el panorama nacional.
-------------
PEQUE o El Peque (José Manuel Fernández). De El
Crucero, cruce de caminos: un ramal tira para Cangas del Narcea y el otro para
Tineo, a muy pocos kilómetros. En El Crucero existe un bar-restaurante, donde
se come bien, llamado Casa Emburria que, como sabéis, en bable
"emburriar" es empujar .Por eso nuestro amigo Peque salió buen mozo,
tirando a alto y bien plantado. Y vaya como emburriaba chuleándose con mozas
por Cangas y cargando el hombro cuando jugaba en el C.F. Narcea.
Se le daban bien las matemáticas. Se sentaba
delante de mí y alguna vez entornó el cuerpo para un lado y puso la libreta a
punto de mi mirada para que yo, que soy de letras, copiase.
Futbolista, buena planta, como he dicho, y
con novia con la que se paseaba por la Calle Mayor de Cangas (creo que paseó a
más de una, pues aunque hoy no se pueda decir, yo lo digo: se lo rifaban), era
para mí un ser a quien envidiar, a lo que se unía que era dos años mayor que
yo.
Coincidimos años después en la escuela de
Magisterio, aunque él, al contrario que yo, desarrolló su vida profesional
trabajando en El Corte Inglés de Madrid, donde fue jefe de planta.
De tarde en tarde le llamo y hablamos.
-----------
JUANMA. De Pola de Lena. "Pola", de la
que en Asturias hay varias; aquí les dicen "pueblas", varias también.
En ambos casos son primeras repoblaciones tras la Reconquista. Lo de "de
Lena" decía él que se trataba de una antepasada suya, Doña Elena (que
perdió la "e" con el paso del tiempo), señora con rango de nobleza, a
quien pertenecía la incipiente población. Yo no investigué al respecto, pero me
suena a farol.
Guapo que era el chaval. Y de carácter
amable, como su faz, sonriente. Nunca le vi enfadado,
excepto una vez con Galán (ver éste, reseña
siguiente). No le gustaban mucho los estudios, pero profesionalmente se centró
en el restaurante que tenían sus padres y fue un hostelero de éxito (un vecino
de aquí, que trabajó en la variante de Pajares, comía en él y lo conoció:
"Tenía el comedor siempre lleno", me dijo.).
En una de esas convivencias que celebramos el
grupo de mi promoción, la hicimos en una casa de campo que tenía y a la que
llamaba La Cuadra, porque lo había sido, pero la reforma que le había hecho la
convertía en una muy digna casa rural. (Descanse en paz).
----------
GALÁN (Benjamín Galán García). De Posada o Posada
de Rengos, no recuerdo bien, cerca de Cangas del Narcea. Eso de
"rengos" suena a renegado, y vive Dios que para los frailes lo fue
(lo cuento al final).
Quiero empezar a hablar de él acordándome de su
padre, del cual recuerdo perfectamente verlo en la portería de entrada;
un hombre enjuto, con pequeño bigote, que vestía bien, no en vano era
sastre, pero lo que me llamaba la atención era un cordón que llevaba al
cuello a modo de corbata. Su hijo me contó que era como una especie de
promesa que había hecho.
He querido poner a Juanma y a Galán juntos porque
voy a recordar un "abrazo" pugilístico que protagonizaron los dos en
el claustro de la portería de entrada y que presencié. No sé qué disputa
tuvieron que, después de haberse agarrado en una especie de lucha grecorromana
a ver quién tiraba al suelo a quien, se dieron unas buenas morradas. Saltó
hasta la sangre por alguna nariz, y como volvieron a agarrarse, quedaron los
dos "pringados".
Cesaron en su empeño cuando apareció por la
portería el padre Dimas, saliendo corriendo hasta perderse. "Qué hacían
esos dos?", me preguntó a mí el padre. "No sé, acabo de llegar;
creo que estaban jugando".
Galán sacaba también muy buenas notas. Era
estudiante puntero.
Los frailes aún no le han perdonado que terminado
el bachiller en lugar de irse al seminario donde hubiese sido un buen
Arcipreste o misionero se fuese a León, donde estudió para hacer puentes,
carreteras y túneles y dónde se casó. Por eso cuando se habla de él aquí y se
dice Padre Prior, yo apostillo: "Reconocido por quienes tenemos algo que
ver con el Blog, pero no por la curia romana, que no le perdonan que renegase
del camino que ellos le tenían trazado".
Esto que paso a contar ahora, ya lo hice hace
años, pero voy a hacer un remake, como dicen en cine: En un concurso de
redacciones para el Día de la Madre, ganó un premio y le dieron un libro de
caballeros medievales, con preciosas estampas a color. Tenía la taquilla cerca
de donde yo me acostaba (èl lo hacía más alejado). De noche me levantaba, la
abría, y con una linterna me ponía a leer en dicho libro. Un poco cada noche.
Hasta que lo terminé.
----------
ULPIANO. (Rodríguez Calvo). De Limés, a 6,2 km de
Corias, distancia que hacía en bicicleta. El mozo podía pues era alto y de
complexión fuerte. En la cuestecita que hay de Corias a Cangas dejaba a los
coches para atrás, no se sabe si por ímpetu deportivo o si es que quería
alejarse cuanto antes de Corias y los frailes, con cuyo credo no
comulgaba.
Si a alguien le venía bien un apodo, este era a
él: Ulpiano "El largo", pues además de alto, como dije, su
mente era alargada. Un día nos leyó el padre Morán un texto para que lo
analizásemos y mi Ulpiano levanta la mano y dice: "eso se refiere al
fascismo". Ay, madre mía, yo nunca había oído aquella palabra y tardé
muchos años en saber qué significaba.
De Ulpiano se podría decir aquello de que
"la buena planta delante lleva la flor"; era ya entonces un hombre
con mente abierta e informada.
Tuvo una vida laboral-sindical plena, hasta el
extremo que me contó que en una ocasión coincidió en la cárcel con Marcelino
Camacho, líder de CCOO.
Me relacioné con él más fuera de Corias que
cuando estábamos en ella, hasta el extremo de que contándole un día que
quería volver a ver la feria de arte Arco y PhotoEspaña, en Madrid, me
ofreció su casa para quedarme, en lugar de ir a un hotel.
Ulpiano ya destacaba entonces en las redacciones.
Y, lógicamente, ahora escribe bien, muy bien, como ha quedado patente cuando ha
colgado algo aquí en el blog. Yo le pediría que escribiese un libro
contando toda su intensa vida y sus viajes, que hiciese una edición, aunque
fuese reducida, y la repartiese entre amigos y conocidos. Porque si no,
recordando aquello de que "cuando un hombre o mujer se muere, un libro
desaparece", se llevará su saber y experiencias a la tumba. En cambio, si
hay 50 ejemplares en los anaqueles de las viviendas de personas cercanas
a él, eso queda. Muere la persona pero quedan sus hechos más allá del
recuerdo que, en cuanto pasan dos o tres generaciones, se borra.
-------------
FIDEL (Bigotes). Le recuerdo como un
muchacho delgado, de no mucha estatura, algo rubio, que jugaba al fútbol de
delantero izquierda por cuya banda corría con el balón como una flecha (por
algo había nacido en el concejo de Felechosa).
Dibujaba bien aquel dibujo lineal y como a mí
también se me daba bien (de hecho sacaba siempre matrícula de honor), pues
teníamos intercambios a la hora de hacer una lámina. Era solícito y buen
compañero a la hora de compartir.
Tardé tal vez treinta años o más en volver a
verlo, a raíz de una comida de esas que celebramos los de la promoción, aquella
vez en su casa de campo, cerca de Oviedo. Bonito el entorno y bonita casa. Me
costó reconocerlo. Estaba más musculoso y su personalidad y carácter se
mostraban más recios (su paso profesional por la Seguridad de los demás, habían
dejado su huella).
Nos dijo en la última comida a la que asistí que
viajaba dos veces al año Australia, donde tiene una hija.
-----------
ÁNGEL (Rodríguez Julián). Se incorporó un día o
dos más tarde que el resto. Recuerdo cómo se asomó a la puerta del aula y que
llevaba un jersey verde.
Estaba en la línea y a la altura de Peque.
Futbolista del C.F. Narcea, se paseaba con su novia Olga, con la que terminaría
casándose, por la calle mayor de Zafra.
Bueno, estaba por encima de Peque porque Ángel
sacaba muy buenas notas.
Era de Villazón, parroquia del concejo de Salas.
Pudiera parecer, por el aumentativo, que se trata de una villa grande. Nada más
lejos de la realidad. La parroquia tiene catorce entidades de población o
aldeas, que entre todas suman 248 habitantes. O sea, que Ángel era de una
aldea tan pequeña como la mía, que no viene en el mapa, pero Ángel era
grande.
Debían tener sus padres ganadería y prados
estando, por tanto, ducho en esas labores porque en junio cogía la máquina de
los frailes y segaba con ella la hierba del prado de los mismos. Yo recuerdo
haberlo visto justamente frente al Chandeo, aquel pozo sobre el río Narcea,
donde nos bañábamos.
De su personalidad madura da fe un hecho que
presencié jugando un partido de fútbol en el patio contra otro equipo, del que
solo recuerdo al Padre Vicente. En un cuerpo a cuerpo entre los dos, éste
debió de hacer algo que a Ángel no le gustó y se lo recriminó, negándolo
aquel. Entonces nuestro Ángel le dice: "No no seas cínico". Mae
mía, prontito le hablaba yo así a un fraile así me cosiese la espinilla a
patadas y lo negase. Que qué e dijo el padre Vicente? Simplemente, sin mucha
autoridad, "Cuidado con lo que dices, Ángel".
Una vez acabados sus estudios, pasó a
la plantilla de profesores seglares del Convento. (D.E.P.).
--------------
SAMUEL (Menéndez Pérez). De Navelgas. A mí me
sonaba ese nombre a población importante. Y a fe que tiene entidad: un pintor y
escultor conocido y reconocido (Manuel García Linares), restos de minas romanas
de oro, un Museo del Oro, un campeonato de bateo y un río del mismo nombre que
pasa por el centro de la población. Un lujo.
Recuerdo que calzaba chirucas (nada excepcional
porque era el zapato de entonces), que tenía un muy buen comportamiento y que
no pronunciaba una palabra más alta que la otra. En cuanto a estudios estaba en
la franja media. Tanto entonces como ahora, si fuese rey le diríamos Samuel I
"El Prudente". No decía nunca ninguna inconveniencia, como es
bastante propio en adolescentes. Era y es persona a quien se le puede confiar
la cartera (sin hacer de menos a nadie).
Mantenemos un contacto intermitente,
pero constante, ya que los dos tenemos finca y hablamos de injertos, de plagas,
del escarabajo picudo que está acabando con las palmeras y que los dos fuimos
víctimas de él, de abonos... y de otras cosas también, como un intercambio de
vídeos que nos hemos hecho recientemente sobre la demolición del cono de
enfriamiento de la térmica de Soto de la Barca.
Sigue siendo persona moderada hablando y
prudente, pero que actúa, tanto que una excursiónde las que se habló aquí la
organizó él; a quién hay que valorar también que tuviese la clarividencia de
pensar que un blog venía bien para cohesionarnos.
Estuve en una ocasión en su casa, próxima a
Oviedo, viendo su finca y quedé maravillado de una panera que tiene hecha por
él. Ahí es nada. Si el maestro de carpintería, el señor Coque, la viese, se
sentiría orgulloso de su alumno.
Cuando viaja, le gusta alojarse en paradores, no
en vano es dueño, desde que le tocó la lotería, de un palacio nobiliario del s.
XIV, declarado monumento BIC, en el que ha hecho en los últimos
años intervenciones de consolidación para detener su deterioro, y donde pasa
temporadas (desconozco si tiene servidumbre que le abra las puertas
cuando llega y cuando sale a pasear con su Aston Martin de 1921, una joya que
le alquilan para bodas); en una ocasión que estuvo por aquí, y nos vimos, lo
hizo en el Parador de Mérida. Cuando subo a Oviedo también solemos
vernos y tomarnos un café con un pastel en la cafetería Santa Cristina, frente
a la estación de ferrocarril. Nunca me deja pagar.
JOSÉ MANUEL (Martínez Fernández).- El más pequeño
del grupo, al igual que yo; y probablemente el más bisoño, al igual que yo.
Fuimos muy amigos en el bachillerato. Después, en
el superior, creo que le fallé y me hice amigo de Lorenzo, como comenté
en la entrada "Los reconocéis ?", donde hablé de él.
Era de Rañeces, un pueblo remoto de lo que
genéricamente decían la zona de "Sierra"; como el mío, solo que el de
él pertenecía al concejo de Cangas de Narcea y el mío al de Tineo. Nos unían
varias cosas, y aparte de las mencionadas, nuestro origen natal era una de
ellas. También lo era el de haber sido, por su remota situación, refugio de
personajes prófugos de la justicia: en Rañeces se escondió durante un tiempo
Luis Roldán, el ex de la Guardia Civil, cuando huía con su botín; en el mío lo
hizo otro notable prófugo, Constantino Turón, el más famoso de los
bandidos asturianos. Permaneció en él más de un mes y cuando se cansó de tanta
inactividad, se fue, recompensando con largueza al vecino que le dio cobijo.
Más le valiera seguir aburriéndose, pues apareció sin sentido y magullado en la
escombrera del pozo San Mamés (Sotrondio) y no logró recuperarse. Era el año
1932.
Recuerdo en un comienzo de curso que me
dijo: "Ven a ayudarme, que tengo que ir a por un colchón". Lo
tenía en una familia amiga de la suya, a la salida de Corias, a la izquierda,
viñas y pendiente arriba. Cuando bajábamos con él me dice: "Has
escuchado la canción Por-porn-pron-tero (yo eso escuché)?" Al decirle que
no, añade: "Pues ha estado muy de moda este verano". Se refería al
"Porompompero" de Manolo escobar, grabado en 1960. Ya llovió.
En afición tardía abrazó el golf, donde consiguió
trofeos.
Nos habremos visto en tres ocasiones, desde
entonces.
--------------
CABOALLES (_____ ? ______). No recuerdo
absolutamente nada de él, ni de su fisonomía ni de sus cualidades o acciones.
Sí que tenía una bicicleta roja de carrera que guardaba en un cuarto en la
portería, a la entrada a la izquierda. En ella figuraba este rotulación:
"J. López". Decía que se la había comprado a un ciclista muy conocido
que había en su pueblo.
Yo no le di importancia y hasta pensé que, como
lo de Juanma, era una trola; vamos para marcarse el pisto". Lo único
cierto para mí es que a veces, al oscurecer (otra vez con nocturnidad, jaja),
iba a donde la guardaba, la cogía y me ponía a dar vueltas por los cuatro
costados del patio de la araucaria, mientras soñaba en ser algún día ciclista
(y creo que hubiese despuntado, por mi fortaleza pese a la delgadez, y por mis
42 p.p.m., si tuviese facilidades).
Respecto al ciclista J. López, sobre cuya
persona indagué para hacer este trabajo, resulta que no era un farol, porque,
efectivamente, por aquellas fechas había en Caboalles de Abajo un ciclista
profesional a quien muchos han considerado "el mejor ciclista leonés de
todos los tiempos", llamado José Manuel López Rodríguez
------------
De EVERARDO y LORENZO ya hablé en la entrada
"Los reconocéis?", el verano pasado, y días después (el 23-8-23
también lo hizo Galán con la entrada "Memoria remota".
---------------
Ha habido más compañeros en aquel Bachillerato de
1o. a 5o., (Juan Pedro, Millares...), pero no recuerdo nada significativo
de ellos. Solo de dos: de GERA, de promociónes
anteriores, de un pueblo tinetense cercano al del nombre por el que le
conocíamos, que calzaba botas especiales al tener un pie un poco
deformado. Creo que al terminar hizo delineante y no sé cómo tenía un estudio
en el convento, donde se veían grandes láminas, planos y diseños; como a mí me
gustaba ese tipo dibujo, iba con frecuencia por allí y, pese a la diferencia de
edad, hablábamos. Recuerdo que cuando los "25 años de paz de Franco",
anunciaron a bombo y platillo que habían encontrado petróleo en no sé qué parte
de España. Y Gera dijo: "Eso es propaganda franquista". Hace poco
viendo un un documental en televisión sobre aquellos años, dijeron lo
mismo "que era propaganda del Régimen". Qué madurez y cómo sabía
aquel hombre. Yo estaba en Babia en esas cuestiones. Y del otro que me acuerdo
es de CASTAÑÓN, de la Cuenca Minera, cuyo proceder hizo que yo no fuese
fumador.
Pertenecía al grupo de los mayores y después de
comer se iban a un servicio en el primer piso, donde echaban su
cigarrillo. Estaban bien organizados, con uno que si subía algún fraile
avisaba (como las mafias del contrabando, jaja). Yo empecé a ir por allí y
fumaba medio cigarrillo hoy, guardaba la otra mitad para mañana y así. Le
estaba cogiendo gusto, hasta que un día que pasó a mi lado me dio un tortazo en
la mano que me tiró el cigarrillo al suelo, lo pisó y estrujó y me dijo:
"Ya que fumé yo, vale, pero no lo hagas tú, que eres un mierda".
Mano de santo. Salvo una faria que puedo prender
al final de una comida en grupo, de la que fumo la mitad, más porque es lo suyo
que por otra cosa, ni un simple cigarrillo.
Hasta otra.