PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

viernes, 28 de marzo de 2014

Y ADEMÁS, NOS TOMAN EL PELO


Hace ya algún tiempo publiqué una entrada con el título de: EL MUNDO AL REVÉS; posiblemente sirviera para encabezar ésta, pero creo que merece otro que esté más al día.
Según los medios de comunicación, la U.E. le ha tirado fuertemente de las orejas a España por el famoso “céntimo sanitario”.

En primer lugar, nuestros gobernantes, nos tomaron doblemente el pelo porque el famoso céntimo no fue destinado para paliar el déficit de la sanidad y en segundo porque no era un céntimo, sino 4,80.
La pregunta que todos nos hacemos, dónde demonios fueron a para tantos céntimos.
Me gustaría que Martínez nos diera una idea de los litros de combustible que se consumen diariamente en Asturias y mediante una operación sencillísima nos haríamos una idea de la cantidad de euros que nos han quitado de la sanidad.
Lo curioso es que ahora dicen que ya hace tiempo se ha suprimido este impuesto. ¿Habéis notado la bajada en el precio de los carburantes que nos haga pensar que es cierto lo que están diciendo?.
También llama la atención la facilidad con la que se lanzan la pelota unos a otros, a la hora de decidir quién tiene que devolver la pasta.
Pero, no te lo pierdas, para reclamar las cantidades cobradas de más, tienes que empezar por cubrir un impreso, presentar las facturas, en las que venga bien detallado el famoso impuesto y a esperar que se decida quién soporta ahora el marrón. El papelín que te dan en el surtidor no es suficiente, tiene que ser la factura. Supongo que será para que no se utilice como blanqueador de dinero negro. El españolito lo tiene muy crudo para recuperar lo cobrado indebidamente.
Para terminar con este tema, decir que en el nuevo HUCA se olvidaron de meter la fibra, en algunos departamentos, y ahora hay que hacerlo de prisa y corriendo y además no tuvieron en cuenta el tamaño de ciertos aparatos, que se deben trasladar del viejo hospital, y es necesario derribar algunas puertas. Pero, no os preocupéis, no hay culpables, lo pagaremos entre todos

Otro tema que saltó estos días a la actualidad, es el precio de la energía. Según unos, subió un poco; según otros, no subió nada y los terceros dicen que todo es mentira.
En los últimos años me dediqué a cambiar, poco a poco, las viejas lámparas de incandescencia por otras de bajo consumo, el congelador y la lavadora por otros más eficientes. Quité el calentador eléctrico y puse un acumulador acoplado a la calefacción y así una serie de medidas con el fin de reducir la factura de hidroeléctrica. Sigo pagando lo mismo o más.
Pero, lo curioso es que, ahora resulta que las lámparas de bajo consumo se están poniendo en tela de juicio por su contenido de mercurio.
¿Qué es lo que está pasando entonces, con mi recibo de electricidad?.. Tiro de facturas y compruebo que efectivamente, el consumo, en los últimos 10 años, ha bajado casi un 50%.
Observo que el precio del Kw. ha subido de 0,08587 a 0,13329, es decir un 55%.
Miro el precio de la potencia contratada y pasó de 0,047175 a 0,115187, un 144 %.
Estos datos trasladados al precio final del recibo nos dan un aumento de un 60%.

No hace falta ser muy inteligente para llegar a la conclusión de que les interesa que ahorres energía pero no que pagues menos.

Aquí también podíamos comentar el motivo del cambio de los limitadores de potencia electrónicos y por qué no se potencia la tarifa nocturna.
El cambio de los limitadores (térmicos) por los modernos (electrónicos) no tiene otro motivo que controlar mejor nuestra potencia contratada y obligar, en muchos casos, a aumentar ésta con el fin de subir la recaudación fija.
No se potencia y favorece la tarifa nocturna porque bajaría la recaudación y eso no interesa.

Los sueldos, en este espacio de tiempo, de diez años , no aumentaron más de un 30%. Cada uno que saque sus propias conclusiones, sobre si subió o no subió la energía.

Y, para más recochineo, nos están bombardeando continuamente con invitaciones para que nos pasemos a la factura sin papel, con el fin de “ proteger el medio ambiente”. Lo triste es que estas cartas nos las envían en sobres con “ventanilla”. ¿Dónde depositamos estos sobres, en el contenedor del papel o en el del plástico, para proteger el medio ambiente?.

También llama la atención lo puntillosos que son con el tema de la contaminación de los vehículos y sistemas de calefacción. Si no estás dentro de unos parámetros, ya sabes la solución: el taller, la baja del vehículo o el cambio de la caldera por otra menos contaminante.
Tengo ante mi un folleto de HC Naturgas y está en la letra E, en lo referente a la emisión de CO2. No quiero pensar qué ocurriría si nuestro vehículo, o caldera, estuviera en esa clasificación.

Aquí, en lo que se refiere a los vehículos, el gobierno ha tenido una buena idea y es el plan PIVE, que prima con 1000 Euros la compra de otro vehículo nuevo, que contamine menos.
Parece una buena idea pero, como las preferentes, tiene letra menuda. Esta subvención, tienes que meterla en tu declaración de IRPF y pagar el 20%, con lo que ya te están maquilando 200 Euros y te quedaste con sólo 800.
Además, por el vehículo nuevo, pagas el 21% de IVA y el 5% de impuesto de matriculación con lo que el estado ingresa, en un automóvil de 10.000 Euros, 2.500 de papo. No hacen falta grandes cálculos para sacar conclusiones.

Ulpiano que se dedicó, en su vida laboral, a presupuestos y costos nos puede sacar de dudas si el papá estado gana o pierde con el cacareado plan PIVE.

También me parece muy bien la tarifa plana en las altas a la Seguridad Social pero lo que no me parece bien es que esta rebaja se cargue a las altas ya existentes como las empleadas de hogar que les han incrementado la cuota en un 3´7 %.

No quiero pensar cómo quedará el IRPF cuando el gobierno aplique los consejos que los expertos proponen. Estarán edulcorando la receta para que no nos enteremos hasta que veamos la declaración del 2014.

Podríamos seguir analizando muchos más temas con el mismo resultado pero, no serviría nada mas que para ponernos de mala uva, por no decir otra cosa.

Meixan por un e hay que decir que chove.

viernes, 21 de marzo de 2014

CONCENTRACIÓN DE CARROZAS


              Ya sé que algunos se sentirán un tanto ofendidos pero, la realidad y los años no pasan sin dejar huella, por lo que lo de carrozas no debiera ser motivo de comentario, ni para tomarlo como insulto personal.
               Hace, más o menos, un mes me puse en contacto con aquellos excaurienses (de  los que tenía su correo) interesados en una reunión para el 26 de abril (sábado) en Corias.
               La convocatoria va dirigida a todos aquellos que, de una manera u otra, tuvieron alguna relación con Juan Carmelo (P. Carmelo) que estará presente en ésta,  salvo problemas de última hora.
               Los interesados, en asistir a este encuentro, se pondrán en contacto con el Prior (Galán) quien les facilitará mi dirección de correo y así ponerlos al corriente del programa previsto, la lista de los participantes y otros detalles  de interés.
               Pretendemos que sea una reunión para compartir recuerdos  y añoranzas y sobretodo como agradecimiento a la labor que este hombre desarrolló, como profesor y educador, durante nuestra juventud.

lunes, 17 de marzo de 2014

Un lugar aconsejable para visitar en Madrid

En ocasiones, al escribir, se lanzan palabras como piedras sobre las aguas quietas de un estanque. Unas veces provocan salpicaduras de variada envergadura, y después ondas. Otras veces no. Vida y física se imponen. Las palabras, esas que pueden parecer piedras, suelen desaparecer en abismos de memorias líquidas y la sobresaltada superficie recobra su plácida calma. Solo aquellas que arraigan en el sentir de las personas permanecen y moldean las conciencias.

Nada de eso pretendo aquí, solo depositar y compartir, en espera de no resultar en exceso pesado, unas pocas impresiones sobre un lugar que en mi opinión es un sosegado remanso madrileño, sin ninguna intención, tampoco posibilidad, de penetrar en las previsibles e inevitables trifulcas libradas intramuros. Me refiero al monasterio de Las Descalzas Reales.
 Después de vivir cincuenta años casi de continuo en Madrid este era uno de los interesantes recintos de la ciudad que aún no había visitado.

Suele ocurrir que vivimos en pueblos o ciudades rodeados de atractivos espacios, verdaderos tesoros de arte o naturaleza, que, aunque conocemos su existencia, aún no hemos explorado. Unas veces por falta de tiempo, otras por pereza, y lo más común, por ser un poco de costumbres fijas. Así la mayoría de los que vivimos aquí, también de los que vienen de visita, vamos con desigual frecuencia al Prado, Reina Sofía, Thyssen, Palacio de Oriente y otros lugares emblemáticos. De tarde en tarde fijamos la atención en los Sorolla, Lázaro Galdeano, Cerralbo…, pequeños oasis de arte y de paz acorralados por el fragor urbano. Pero otros, también muy valiosos, suelen pasar más desapercibidos.

Existe, además, una tendencia bastante extendida: la de visitar, cuando surge la posibilidad, lugares exóticos y lejanos dejando de lado aquellos, también inigualables, que se tienen al alcance de la mano.

 En algo de eso pensaba cuando recorría Las Descalzas. Durante más de una decena de años, por motivos familiares y de trabajo, recorrí Madrid- Roma- Madrid unas dos veces al mes. Por horario, los lunes salía muy temprano de Roma permitiéndome llegar a buena hora para trabajar en Madrid y también, por el precio del billete, solía tomar un avión de la compañía Thai que cubría el trayecto entre Madrid y Bangkok  con escala en Roma. Allí desembarcaba y embarcaba pasajeros. Frecuentemente compartía fila de asientos con viajeros que regresaban de un viaje por el Extremo Oriente. La mayoría deseosos, tras días de escuchar lenguas extrañas, de poder hablar español, y   ganas de contar experiencias del nuevo mundo recién descubierto. De esas conversaciones saqué la conclusión de que muchas de aquellas personas casi no habían salido, hasta entonces, de su provincia o zona de residencia. Que conocían muy poco de España. Recuerdo una pareja asturiana,  regresaban de Bali del viaje de novios y según decían la visita anterior más larga realizada había sido a Santander. Poco conocían, salvo Oviedo y Gijón, de los pueblos y parajes de Asturias, y casi no tenían idea de la existencia de Muniellos.
En más de una ocasión me surgía la duda de si viajaban por placer o solo para aparentar.

 Una curiosidad; en uno de aquellos trayectos compartí vuelo con Roldán, aquel cleptómano director general de la Guardia Civil. Le traían detenido después de localizarle en Laos. Claro que yo no me enteré hasta verle desembarcar junto a los policías que le custodiaban al llegar a Barajas. El avión era un Jumbo de dos pisos y ellos viajaban en el piso superior.

Bueno, después de tanto preámbulo y rodeo intentaré centrarme en aquello que pretendía: el convento de las Descalzas.

Decenas de veces habré pasado por esa plaza un tanto desangelada, herida por los accesos al aparcamiento subterráneo que allí existe. Sobre todo hace años, cuando en uno de los laterales, prolongación del Postigo de San Martín, estaba ubicada una tasca portuguesa donde ofrecían, a buen precio, abundantes y sabrosas raciones de bacalhau dourado además de vinho verde.

 La fachada del convento, de aspecto entre anodino y austero, nunca me llamó la atención. Tal vez esa imagen exterior haya contribuido, a pesar de las magníficas referencias, a ir demorando la visita.

El edificio, antes de ser convento, era un suntuoso palacio construido sobre restos de edificaciones anteriores en el siglo XVI, por encargo de un tesorero de Carlos I. La magnificencia del edificio induce a recordar aquello de “quién parte y reparte se queda con la mejor parte”. El tesorero debía tener muy buenas relaciones con el emperador pues éste vivió largas temporadas en  el palacio y en él nacieron algunos de sus hijos.

Transcurridos los años, una de las hijas del emperador Carlos, Juana, hermana de Felipe II, al quedarse viuda de un rey de Portugal se recluyó en el palacio convirtiéndolo en el convento de las Descalzas Reales.

Para acompañar a la real dama trajeron desde el País Valenciano a una congregación de religiosas. Eso explica, supongo, la guía no hizo referencia a ello, el precioso huerto de naranjos que existe en el claustro, al comienzo del recorrido.
 Aprovecho para decir que las visitas son guiadas con una duración de poco más de una hora, y que al cruzar la puerta de entrada el tráfago de Madrid desaparece. Edificio y visitantes parecemos transportados a un páramo de la meseta castellana.

Una espectacular escalera renacentista lleva a la planta alta del claustro de los naranjos. Laterales y techos están en su totalidad cubiertos por valiosos frescos de distintas épocas y autores. A lo largo de esas paredes varios refinados trampantojos abren puertas y pasillos o proyectan balcones por los que se asoma la familia entonces reinante. Un alarde de perspectivas.

En esa planta alta se suceden treinta y tres pequeñas capillas ricamente adornadas. Ese era el número establecido de monjas que podían morar simultáneamente en el convento. Al provenir de la alta aristocracia cada una disponía de capilla particular que, supongo, decoraba a su gusto. ¿Competían entre ellas por tener la capilla más lujosa? Arte, riqueza, ostentación y devoción conviven en cada capilla. Hasta el siglo XIX, cuando a instancias de Madrazo fue trasladada al Prado, La Anunciación de Fra Angelico pertenecía a una de ellas.
 Contemplando la fastuosidad de este y de tantos otros monumentos religiosos, de las distintas religiones, erigidos a lo largo y ancho del mundo, siempre me surge el interrogante: en qué medida sus promotores lo hacían en honor a su dios o para perpetuarse ellos mismos a través de los siglos y colmar así su vanidad. Dicho esto sin restar un ápice al mérito de quienes impulsaban y financiaban estas creaciones, hoy valiosísimo patrimonio legado. La procedencia del dinero que las hizo posibles sería otro de los interrogantes, pero escribir ahora sobre eso no tiene lugar.
 Tal vez, lo más sencillo y para evitar juzgar indebidamente, es que el propósito de la mayoría de mecenazgos fuera ambas cosas: honrar y honrarse.

 Continúo recordando las dependencias de laboriosos y magníficos artesonados, son los originales del antiguo palacio, así como los suelos de cerámica sevillana.

Se suceden salas dedicadas a la exposición de valiosas pinturas, obras de renombrados autores. Una de las salas está dedicada a la imaginería, tallas desbordantes de realismo. Allí compiten en esplendor imaginativo los estilos de las escuelas castellana y andaluza.

 En un inmenso salón en forma de T, antiguo dormitorio de las monjas - según la guía dormían allí separadas por biombos de tela- cuelgan de las paredes grandiosos y valiosísimos tapices flamencos. Primorosamente tejidos sobre cartones de Rubens, conservados en el Prado, representan escenas bíblicas o mitológicas.
Estos tapices fueron encargados y donados al convento por Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, gobernadora que fue de Flandes.
 Resulta curiosa la cantidad de personajes con influencia, para bien o para mal, en la historia que este tipo de visitas descubre o hace recordar.

Siempre me gustó la historia, aunque reconozco que la impartida durante la etapa escolar de poco o nada me sirvió. No voy a descubrir ahora que las clases de historia iban poco más allá de aprender las listas de los reyes como si fuesen ristras de chorizos,  y fechas de gestas heroicas cuya finalidad última era despertar el ardor patriótico. Se pretendía, es mi impresión, hacer olvidar la miseria de aquel presente evocando verdaderas o pretendidas glorias pasadas. De la vida de las personas, de su situación económica, de los intereses reales que impulsaban alianzas y guerras se decía poco o nada. Tampoco del papel de las mujeres. Cierto es que a través de la historia la mujer ha estado subordinada al hombre. Las excepciones, Isabel llamada la Católica y alguna otra heroína como sacada  de un folletín, confirmaban esa regla misógina que guiaba a la mayoría de historiadores y profesores. Me parece recordar que solo logré unas ligeras nociones de historia cuando, recién llegado a Madrid, cayó en mis manos un pequeño libro, La Historia de España de Pierre Vilar.

Dejo este nuevo circunloquio y continúo con la visita que me ocupa. A la iglesia del convento, alabada por su riqueza artística, no pudimos acceder. Se celebraba un oficio religioso. Por los pasillos, a nuestro alrededor, revoloteaba, liviano batir de alas de mariposas, el apagado pero melodioso  cántico de las monjas.

En la parte posterior del convento se halla un extenso huerto. Está rodeado por las tapias de las monjas y altas edificaciones urbanas que dan a Preciados y Callao. Si resulta sorprendente la plantación de naranjos avistada en el primer claustro, este huerto ¡a dos pasos de la Puerta del Sol! resulta asombroso. No es un huerto de esparcimiento ni ornamental. A pesar de ser todavía  invierno y estar los frutales aún desnudos, solo los más atrevidos comenzaban a florecer, tenía el aspecto de ser altamente productivo. Los bancales de tierra, cruzados por las conducciones de riego por goteo y aspersión, reposaban bajo una fina capa de escarcha en espera de simiente para rendir nuevas cosechas. Algunas hortalizas invernales, coles, alcachofas… aguardaban todavía lozanas el momento de ser recogidas. Tiene que ser una gozada poder contemplar, avanzada la primavera, este vergel a plena producción en el mismo centro de Madrid. Espero tener la ocasión de verlo.

Al salir la Plaza de las Descalzas estaba inundada de sol invernal, pero el fino viento del Guadarrama, mientras sacaba lustre al intenso azul del cielo madrileño, pugnaba por atravesar nuestras ropas. Se imponía un aperitivo, y Casa Labra, más de ciento cincuenta años de existencia con resonancias políticas y sindicales históricas, aguardaba cerca con sus crujientes pero jugosas tajadas de bacalao rebozado y chatos de vino a la antigua usanza. Para allá nos dirigimos.

Ulpiano Rodríguez Calvo   

sábado, 15 de marzo de 2014

La gata de Rulindes acaba-me cunu cebotsu


Ya outru amiente, ¿qué tal va tou? ¿va-vus bien rapaces? You ya sei que priguntais  abondu pur mí. Tuvía díxume-lu la axagüeirus  de la Rulindes loutru día que taba cuna rapadoira tsimpiandu la masera p’amasar pu la mañena al día siguiente ya acurdou-se que nun deixara  furmientu nenguno  de la furnada pasada,   y’astoncias  acercouse  a la nuesa casa a buscar un garfau. Na mia casa siempre lu hai purque deixamus-lu duna furnada pa outra. Dímus-tse toul que quixu ya etsa afuxiu a tou miter pa la sua casa, ya toda cuntenta. Peru cumu ía tuvía una rapazaca xoven, nun sabe muitu destas cousas. El caso foi que puxu-se a amasar pa faer la furnada  del pan ya cuandu mitiu la petsa de la masa na masera pa que tseldara, al cabu d’una hora, cuando foi a sacá-la quedou trespeitada del tou purque nun subiera nada;  taba la masa cumu la deixara, feita una  rapa.

La probe escumenzou a churar ya nun tinía paradeiru. Espois dun ratau de churamicar, glachar ya esnalaza-se toda, díxutse-lu a una vicina viecha ya etsa cuntestou-tse que: ¡Ay munina! ¿A quién se tse ucurre puné-se a amasar tiniendu la riela? La Rulindes esu enxamás l'uyera ya taba apavuriada del tou la probe. You nun sei bien cúmu terminou tou aquel belén, peru paré-me que la masa de pan  foi entera pa la bacita lus gochus. El casu ía questa rapacina ía salerosa abondu pa tou,  peru estu de amasar nun se tse da nada bien. Ya ía raru purque outru amiente, fae unus rusquillus d’anís  cun nata del tseite de las vacas de casa, que tan pa rechambé-se lus didus.

A esta rabileira de rapazaca lu que tse se da bien abondu  ía toda esa xirigonza de lus teléfanus  móviles, yal Interné ese de lus demonios. Loutru día fartou-se de riir a cuenta mía esta fanduscona. El casu foi que tábamus aiquí debaxu l’hórreu  nuesu, lus tres: un  rapaz de Naviego que ía el que nus trae la farina yal piensu pa lus xatus, la Rulindes ya you. Una ve queste rapazón  baxou lus sacus del camión you quiría tamién piensu pa las potsas nuevas, peru amerou ya amerou pur entre aquetsa muntunera de sacus que atsí  traía, ya nun tse quedaba nenguno. Astoncias el rapaz dixu-me: Jesusín, nun tengas remor nenguno, que na más que chegue al almacén, si tengo atsí alguna bolsa chamu-te cuna guasa escapau. You naquel mumentu nun comprendía nada de lu que me falaba aquel magüetu;  taba atunteciu del tou. Peru nutei que la Rulindes miraba pa outru tsau riendu-se. Al cabu dun ratucu dixe- tse you: oi rapaz, lu que you toi pidiendu-te nun tien guasa nenguna eh. Aiquí u somus homes u tartagueirus ¡Ou vamus a parar! Toi dandu-me cuenta que tienes pouca furmalidá. Pa la próxima, voi tiner que chamar al de Tebongo, cumu sigas asina fayendu’l tolo.

You agüechaba pa unu ya pal outru ya taban lus dous que reventaban de risa. A mí taba dandu-me un poucu de tserza ya puniendu-me tsarizudu purque a la Rulindes faltaba-tse poucu pa mixá-se toda pu las patas abaixu. Yal outru poucu menus. Nastoncias dime cuenta que taban mufansu-se de mi ya que la cousa  vinía pur algu que you nun intindiera por ou yera. Fixe-me que fuxía de atsí, de xuntu a etsus cumu si tuviera enfadau, y’astoncianas acercouse-me la  zalameira la Rulindes ya escumenzou a afalaga-me, ya díxu-me que  esu del guasap nun yera que fixeran guasa de lo que you tses falaba, sino que chamaba-se asina, ya que yera una cousa que tienen agora lus teléfanus móviles mudernus pa comunicá-se unus cun outrus. Nesi mumentu diu-me a mí tamién la risa, peru dixi-tses que taba fartandu-me de uyir a tsangurdius. Que  ya nun quiría piensu, ni farina, ni pulpa, ni nada; que lu recuchiera tou, purque pur  mi, pudía mitetse-lu  pur onde se escumencipian  lus goxus ya lus maniegus.
Ya la xustrona de la Rulindes dixe-tse que cuandu necesitara más furmientu que fora a buscá-lu al Acebo a onde amasa Manín las empanadas ya tous esus tsambeus que fae tan ricus.

El casu ía que cun estu de la “guasa” del demoniu nun rigañei a la Rulindes,   que tinía pinsau fae-lu, ya bien en seriu,   purque una gatina que tien, que agora ta parida ya tsieva cun etsa una cumia de gatachus piquininus que dios nus tsibre, disfíxu-me toul similleru del cebotsu que lu tinía tou naciu muitu guapu. La desgraciada de gata bien a esfueirá-se tous lus días a la nuesa currada ya presta-tse fae-lu na tierra que ta bien sachada ya suelta pa luegu tapá-lu. Pudía dir la condenada a las  touperas que tamién tan bien tsevantadas ya bien fouzadas. Peru pierde cuidadu, que  atsí nun va, no. Miánicas, si la cuechu  escarbandu nu  similleru, avientu-tse un madreñazu que la derranu .

¡Rapaces!, deixu-vus hasta outru ratau muninus, que neste mesmu mumentu, miánicas si nun toi agüechandu pul ventanu la tsariega a la desgraciada  la gatina que ta   outra ve esfueirandu  nu mediu’l cebotso. Ya cun eso alón rapaces.

“Jesusín”, el Pelgar

martes, 11 de marzo de 2014

CADA COSA A SU DEBIDO TIEMPO; SALVO LAS CASTAÑAS


Si hablamos de fogones todos sabemos que una gran mayoría de los productos alimentarios que utilizamos a  diario en nuestra cocina son congelables, sin que por ello pierdan o mermen excesivamente  sus características organolépticas. Pues bien, de toda la  variedad existente que tenemos a nuestro alcance, hay  un fruto de temporada muy rico,  propio y genuino  del concejo cangués, que  todavía hay  bastante gente que no ha probado a  congelarlo. Me estoy refiriendo a las castañas. Y yo esta práctica ya la conozco desde el año 1995 porque lo había visto hacer en El Bierzo, para eso  esta ubérrima comarca leonesa cuenta con numerosos y extensos  sotos de castaños, y comercializa y exporta anualmente una producción muy importante de este sabroso producto. Para eso posee  variedades de castañas de la más  afamada calidad del país, junto con las gallegas y las asturianas.

Recuerdo que era por el mes de julio cuando  estaba un señor haciendo una fogata en el patio de su casa en Vega de Valcarce y yo al pasar a su lado  le comenté que el día no estaba muy propicio como para permanecer cercano al fuego, ya que  tendríamos  una temperatura ambiental que superaría bien a gusto  los treinta y tantos grados a la sombra. El señor me comentó que no le quedaba otro remedio pues,  trataba de hacer brasa para asar unas castañas como obsequio para los visitantes familiares que tenía de Barcelona, ya que les gustaban mucho y las de la temporada venidera no podrían probarlas pues, se  marcharían bastante antes de que llegara la cosecha. Yo me quedé un tanto sorprendido al decirme aquello pues,  los castaños en esa época del verano aún están e flor. Es cuando comienzan a echar las velas o candelas, y para ser de las castañas viejas del otoño anterior, me extrañaba mucho pues lo lógico es que estuviesen ya secas y duras como pedernales. El berciano al ver mi asombro, me desveló el secreto y me explicó que se trataba de castañas congeladas, pertenecientes  a la cosecha anterior.

Entonces yo, rápidamente, le pregunté si después de congelarlas sabían tan bien como al natural pues, ignoraba por completo que se congelasen tales frutos. A lo que el hombre me contestó que ellos lo venían haciendo desde hacía ya unos años y que apenas se notaba la diferencia. Y si la castaña  era de buena calidad mantenía prácticamente,  el mismo sabor que estando  madura  recién recolectada. De hecho, me sugirió que esperase a que saliera la primera hornada y así podría comprobarlo por mí mismo.  Efectivamente, transcurridos unos minutos sacó unas pocas de prueba y  estaban sabrosísimas y bien calentitas. Lo del exceso de temperatura no fue problema ninguno gracias al hermoso porrón de clarete de Cacabelos, bien fresquito, que tenía el buen señor  a mano para poder aliviar  el calor que despedía  la hoguera.

A partir de ese momento me quedé con la receta y nada más llegar  la siguiente temporada de recolección se lo comenté a varias  personas de mi entorno, las cuales ese mismo año ya se aficionaron  a esto y, a partir de entonces, todos los años suelen seleccionar unas cuantas bolsas de las mejores para meter al congelador. Pues bien, en estos días que estuvimos en Posada me regalaron unas pocas que habían congelado expresamente para mí, y  para no tener que esperar a que llegase  San Juan o la canícula, pusimos manos a la obra y les dimos calor rápidamente.

En la foto se puede ver el buen aspecto que presentaban. Estaban estupendas. La única precaución que se debe de tener a la hora de ponerlas en la chapa , bombo u horno, es echarlas directamente según salen del congelador con los cristales de hielo pegados y todo, sin esperar a que se descongelen pues, si se echan al fuego una vez descongeladas, se ponen  negras. 

B. G. G. bloguero "Prior"
                                                                                                                                                                                                                     

"Xuanín" de Corias. Nº 61


domingo, 9 de marzo de 2014

Para Víctor Gion



                                                                                Texto: jrFRANCOS

 Cuentan que estaba un gallego (no sé por qué un gallego y no un cazurro, un asturiano o un payés, pero, bueno, a mí me lo contaron así). Pues cuentan que estaba un gallego segando hierba a guadaña con unas botas de cuero de estreno. En un receso para tomar aire, miró para el filo de la guadaña, reluciente como el de una espada, después miró para sus botas de grasa que le habían costado unos cuantos jornales... y se las quitó, continuando con la siega descalzo. De pronto, después de unas horas, cuando la fatiga ya hacía mella en su pulso, raaass..., la guadaña que le rebaña el dedo gordo y  parte de los otros. Suelta una blasfemia. Mira para su pie sangrante y mutilado... Mira para las botas allí en un apartado enterizas y nuevas. Y entonces va y se dice: "Eu carallo, valeume quitar las botas".

     De modo que amigo Gion, ante tu desgraciado accidente, aplícate debidamente adaptada la filosofía del segador gallego.

                             -----------------------------------------------

     Para que la entrada no se quede tan corta, voy a poneros una poesía que escribí hace mucho tiempo y que encontré revisando papeles que tiene uno por ahí semiolvidados. Va dedicada a JMMartínez, "el hacedor de versos del Blog" (como el mismo se autodefine) o "el poeta del Blog" como le decimos nosotros.

                                             SOLIDARIDAD

                              Solidaridad...
                              con el león en su jaula
                              con el preso en su prisión
                              con quien habla y no le escuchan
                              por todos los indómitos yo siento 
                              devoción.

                              Por los que tienen otras ideas
                              por los que actúan de otro modo
                              por los que no venden su vida
                              por quienes se revuelcan en el lodo.

                              Solidaridad con todos ellos
                              porque les perseguirán como a lobos.


        (Publicada en la "Revista de Información Municipal y Cultural"  Nº 4  Mayo-1989)    

Astronauta de Lepe



La agencia espacial  española va a llevar a cabo un proyecto para el que necesita un astronauta.
Inician un proceso de selección, que tras una primera tentativa tienen que declarar desierto.
Desolados, los científicos están comentando lo infructuoso de la búsqueda de un candidato adecuado cuando el conserje, oriundo de Lepe, afirma tener un paisano que seguro que podría servirles.
Escépticos, los científicos ignoran al pobre hombre, que continúa con sus faenas.
Tras un segundo proceso de selección, los científicos continúan fracasando en su intento de conseguir el perfil adecuado.
El conserje, vuelve a insistir que en Lepe, su tierra natal existe alguien que les serviría a las mil maravillas.
“Mire usted, José”, le dicen procurando no herir sus sentimientos, “es dudoso que pueda usted conocer en su tierra alguien que pueda dar el perfil que requerimos, dado el carácter agrícola de su población, pero le agradecemos su intento de colaboración”.
El pobre conserje, continúa con sus faenas y los científicos a las suyas iniciando un nuevo proceso de selección, que también resulta estéril.
El conserje vuelve a insistir y los científicos, en su desesperación, consienten en realizarle las pruebas su paisano.
Realizadas las pruebas, se encuentran sorprendidos porque el perfil psicológico y físico del sujeto resultan perfectamente aptos para la naturaleza de la misión.
Tras un periodo de entrenamiento, lo envían a a misión.
Al poco tiempo fallan los sistemas y reciben desde la nave por medio de un fax el siguiente mensaje  encriptado:



Los científicos, desconcertados, no entienden nada. Contratan diversos expertos en criptografía que tras una investigación exhaustiva se declaran incapaces de descifrar el misterioso mensaje.
A uno de los científicos se le ocurre como último intento consultar al conserje, pues quizá él supiera encontrarle algún sentido al mensaje o darles alguna pista que les permitiera iniciar otra línea de investigación para dar con su significado.
Llaman al conserje, le explican la situación y le presentan el mensaje.
El conserje, al ver el mensaje, se queda atónito y exclama:
“Pero si está dirigido a mí”.
Todos los científicos se quedan asombrados por la afirmación. Cuando son capaces de reaccionar, le preguntan cómo puede saberlo, a lo que el conserje responde:



lunes, 3 de marzo de 2014

LA CRISIS DESDE UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE

Continuo observando como siguen los ánimos exaltados cada vez que se mencionan temas económicos y demás actos mas o menos "vandálicos" y parece que no terminamos de aceptar o rechazar, aquel buen refrán que dice "vale mas malo conocido que bueno por conocer" siguiendo al otro que dice  "todo es del color del cristal con que se mira".

En fin, quizás ya hayáis o tengáis conocimiento de este documental pero creo que es muy interesante si nos limitamos a visualizarlo y aceptarlo en lo que vale y refleja y dejamos las opiniones para otro momento.  (Ya conocéis cual es mi opinión sobre las opiniones).

http://youtu.be/XUFMxmIoFRc

Creo que de ahora en adelante, y por aquello de ejercitar nuestro cerebro en el análisis y otras funciones, empezare por publicar un refrán diariamente para que todos nos vayamos a la cama con algo nuevo en que pensar.

Un abrazo.


domingo, 2 de marzo de 2014

“FOTÓGRAFOS” EN ESTOS TIEMPOS, TANTOS COMO TOREROS EN SEVILLA.



A propósito de las máquinas de retratar, como decíamos en perfecto castellano durante la infancia, hoy día han cambiado y evolucionado tanto estos artilugios que aparte de reducir los tamaños y  pesos  hasta límites  increíbles, casi como las de los espías, hasta los modelos más elementales están  dotados de alta tecnología. Las hay  tan completas  que  solo les falta poder comunicarse  con el retratista y que, en cierto modo también lo hacen. Y por si fuera poco con esto, también deben  resultar bastante asequibles a los bolsillos de una gran mayoría del personal, ya que  todo perro y gato  lleva consigo cámara de fotos. Hasta las criaturas las vemos con su máquina de retratar en mano y no como aquellas de juguete de nuestro tiempo que al apretar el disparador salía hacia adelante el objetivo que era una especie de gusano con cuerpo de acordeón. Al paso que vamos  y no  tardando,  los peques irán ya a la guardería con un chip incorporado en la muñeca o bajo la  epidermis, que incluirá: móvil con cámara de fotos, de vídeo, TV en 3D, GPS, MP3,  bluetooth y otros muchos avances tecnológicos que ya están a la orden del día y aunque yo no utilizo,  sí me consta que son utilizados por todos aquellos que se sienten  abducidos por toda esta vorágine actual, de los cachivaches digitales.

Hace unos días  me comentaba un amigo que a él cada vez le aburría más  el asistir a fiestas familiares, simplemente por el hastío que le provocaba la pesadez de mucha gente con el hacer fotos a cada instante. Decía que no había entrado por la puerta y ya le estaban “inmortalizando”, con cámara, con móvil, con tableta, con el demonio. Y a este tipo de gente les da igual lo que estés haciendo: comiendo, bebiendo, riendo, llorando… Solo falta que también  te saquen fotos durante el tiempo que permaneces en el escusado. Menos mal que la mayoría de esas tomas luego no tienen trascendencia ni repercusión  ninguna; pero puede darse el caso, que cuando menos te lo esperas te puede decir alguien: ¿pero fulano qué hacías tú el otro día en tal sitio que te hemos visto en el Facebook o en el You Tuve y vaya bien acompañado que estabas? y te quedas medio alelado, si ya no lo estabas de antemano.

¡Hombre! también conviene decir que a uno todo este exceso de modernidades digitales ya le están  desbordando  y hasta cansando un poco,  porque aunque se haya ido evolucionando con los tiempos, nuestras costumbres de  crianza y juventud fueron tan diferentes a las  actuales que no acaba uno de entrar por el aro. Encima  ahora,   nos estamos dando cuenta que todo esta saturación digital de la que nos vemos rodeados,   sí ha mejorado nuestro quehacer diario bastante,  pero no ha aumentado ni la tranquilidad ni  el bienestar interior.

Y  yo puedo decir que en mis años de niño, y en mi entorno, ya había algún  afortunado que otro, entre los que yo  no me encontraba,  que para la primera comunión les regalaban una cámara fotográfica de las de entonces;  cosa inaudita,  pues también es verdad que si en estos momentos quisiera enumerar a todos aquellos suertudos me bastarían con  los dedos de la mano, aun ampliando bastante el entorno.

Yo, mi primera cámara de retratar, que fuera de mi propiedad,  la tuve a los 40 años. Y mis primeros contactos con la fotografía los tuve a los veintitantos años gracias a las  cámaras de empresa que utilizábamos  para el trabajo. Pero las fotos que se hacían para aquellos menesteres no tenían ningún interés artístico, tan solo se intentaba que dieran fe y mejorasen en lo posible la interpretación de ciertos detalles técnicos, que pudieran quedar poco claros solo con la descripción escrita. De todas ellas se elegían las mejores y se incorporaban a los informes en un apéndice fotográfico final, el cual servía de ilustración y también de engorde para los casos en que el ejemplar no saliera todo lo robusto que era deseable.

De ese tipo de fotos puedo decir  que llevo hechas miles. De ahí viene  mi tendencia a hacer fotografías de gran parte de lo que nos rodea. Y aunque, actualmente, sigo haciendo fotos casi a diario en el campo, conviene decir que todas ellas son  tomadas sin la más mínima pretensión  de lucimiento. Cuando incorporo una foto a lo que he escrito solo pretendo ilustrar  el texto y aportarle algo de color. En lo único que procuro esmerarme algo más,  es en los encuadres  y en los enfoques, siempre que sea posible, porque a veces tampoco resulta nada fácil. En cuanto a  criterio artístico, ninguno. Si acaso, lo armonía que pueda aportar la experiencia de haber hecho muchas. Como ya he dicho en un comentario del Facebook, contestándole a Marta, yo conservo  una gran cámara analógica de marca Olympus, con una óptica Zuiko de óptima calidad, que en el año 1981 me costó 50.000 pesetas (todos mis ahorros). Con esta cámara he hecho infinidad de fotos, la mayoría de ellas relacionadas con el trabajo y algunas  muy  buenas;  sobre todo,  por la nitidez y el color tan real que tenían las imágenes,  gracias a la  naturaleza y buena calidad de la óptica. Además, dicha cámara resultaba de muy fácil manejo pues, aunque es muy completa y avanzada,  tiene la opción de utilizarla de forma manual para el que sabe tras de lo que anda, pero cuando no es así, se puede poner  en automático y  aquí ya solo tienes que controlar la distancia y el enfoque, porque todo  lo demás, referente a iluminación, campo, fondo … lo hace ella sola y de forma casi perfecta.

El otro día comentaba un amigo que ahora con el tema digital, ya no tenemos fotos en papel para otro día poder mirarlas y remirarlas detenidamente como hizo él no hace mucho,  cuando rebuscando por casa dio con una caja de zapatos llena de fotos ya un tanto amarillentas,   y  vaya bien que lo pasó viendo imágenes de cuando éramos jóvenes y recordando viejos tiempos. Otra cosa será el día que queramos  tener en nuestras manos fotografías de las vivencias actuales  y no podamos hacerlo por no haberlas llevado a papel como se hizo siempre. Esa  será la factura que deberemos pagar en el futuro, por habernos  conformado con el simple visionado en pantalla digital.

B. G. G. Bloguero “Prior”

sábado, 1 de marzo de 2014

Cual Dr. Cavadas







                                                                        Texto y fotos: jrFRANCOS

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     Cuando uno se ausenta durante  mucho tiempo de un grupo de amigos,  creo que lo menos que debe hacer es dar una explicación al retornar. Y la mía sería ésta: "La vida le sirve a veces a uno platos fríos y amargos que tiene que comerse quiéralo o no". Como la frase es un tanto ambigua y solo la entenderán quienes lo saben, digamos que problemas familiares me han tenido  ausente.


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     Hay personas que se admiran ante un edificio de arquitectura  innovadora, ante un invento revolucionario o ante cualquier avance tecnológico, porque creen que eso nos lleva al progreso y a la felicidad.  Yo en cambio me admiro ante un árbol (y por extensión ante un bosque). Cuando estoy al pie de uno de esos que son monumentales y por añadidura, a  buen seguro que centenarios, me gusta tocarlo y sentarme un rato bajo él porque semejante monumento de la naturaleza, que desafió sequías, tormentas y  vientos huracanados, que desafió en suma a los tiempos, tiene por fuerza  que desprender energía positiva. Buenas vibraciones.
     
     No lo hago en cambio ante un edificio de arquitectura innovadora (lo admiro, eso sí), ni ante un invento revolucionario o avance tecnológico (aunque aún me siga maravillando de que un avión, con sus cientos de toneladas, logre remontar vuelo) porque no me aportan nada vital para que exista la Vida. En cambio, el primero, el árbol o bosque sí aporta  algo esencial para que la Vida exista, cual es el oxígeno, sin el cual no habría personas que levantasen edificios,  inventasen cosas  ni lograsen avances  tecnológicos. Y esto se produce de un modo tan natural que no le damos importancia. Nos limitamos a respirar y únicamente le prestamos atención al aire cuando  está contaminado.

     Voy a transcribir un párrafo copiado de la Selva Amazónica (6 millones de km2, repartida entre ocho países: Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Guayana, Venezuela y Surinam), considerada "el  pulmón de la tierra", donde se pone de manifiesto cuanto acabo de decir: "Los vegetales producen biomasa a través de la fotosíntesis, que es el proceso por el cual los rayos solares proporcionan la energía suficiente para transformar, el dióxido de carbono y los minerales y agua del suelo o de la atmósfera, en hidratos de carbono, que son la materia prima que los seres vivos utilizan para alimentarse, crecer y reproducirse. En el proceso de la fotosíntesis se libera oxígeno que casi en su  totalidad va a parar a la atmósfera o al agua. (...)
       El dilema está tan claro que ni existe: o árboles y bosques y selva amazónica o no hay Vida.


      En el reciente  temporal de lluvias y vientos, que notamos en toda España aunque más por el norte,  uno de estos me desgajó varias ramas de dos mimosas, árbol de crecimiento rápido y madera por tanto poco consistente. Fue como un desgarro de mis entrañas. Árboles que había plantado con mis propias manos, que regué y podé, y hasta acaricié,  que eran como dos hijos, a cuya sombra me sentaba y de cuya floración amarillenta alegraba  la vista durante casi todo el mes de marzo e incluso el florero del centro de mesa,  un viento de más de 80 km/h me los había destrozado en una de sus embestidas.
       La primera intención (reacción colérica) fue coger la motosierra  y terminar de cortarlas para quitar de mi vista aquel desaguisado de ramas tronchadas. Era ya tarde y lo emplacé para el día siguiente. Bendita demora porque entonces concebí otro plan. El de aligerar de peso las ramas desgajadas con una poda severa y mediante unas cuerdas,, a las que aplicaba un torniquete para tensar, volverlas a su sitio. Luego sellé las heridas con silicona para evitar que entrase agua en la parte desgajada, a fin de que suelde mejor la madera violentamente separada,  y los árboles volvieron a recobrar casi su fisonomía primigenia; sólo estaban aligerados de copa, que con el tiempo volverá a tener su explendor de antaño. Cuando alejándome unos metros las contemplé, me sentí satisfecho de la labor de recomposición realizada, me sentí casi como el doctor Cavadas, el cirujano plástico de fama internacional, cuando hace esas increíbles operaciones y vuelve a su sitio y a su funcionalidad miembros destrozados.




 Para terminar, y como reconocimiento y admiración al árbol, este bello escrito (que aquí aparece resumido) debido Tagore.
                                                                    
                                   EL ÁRBOL

     Viajero, escucha:

      Yo soy la tabla de tu cuna, la madera de tu barca, la superficie de tu mesa, la puerta de tu casa. Yo soy el mango de tu herramienta, el bastón de tu vejez. Yo soy el fruto que te regala y te nutre, la sombra bienhechora, el refugio amable de los pájaros que alegran tus horas y limpian de insectos tus campos. Yo soy la hermosura del paisaje, el encanto de la huerta, la señal de la montaña, el lindero del camino...

      Yo soy la leña que te calienta, el perfume del aire, la salud de tu cuerpo y la alegría de tu alma. Por último, soy la madera de tu ataúd.

       Por todo eso, viajero, tú que me plantaste con tu mano y puedes llamarme  hijo, o que me has contemplado tantas veces, mírame bien, pero... no me hagas daño.


El Autor: Rabindranath Tagore, fue filósofo, artista, músico y escritor bengalí (1861-1914). Premio Nobel de literatura en 1913. 

Los dibujos de Longinos: DUELO

¿Cómo concluirá "el duelo" entre el Capital y el Capitalismo?....