PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

domingo, 27 de marzo de 2016

Ella, el, nosotros


En mis viajes a Madrid en el Alvia, me he encontrado con gente del más variopinto interés como compañeros de unas horas de obligado relajo.
Coincidí con una niña de 10 años que me mantuvo la conversación en inglés todo el viaje y me humilló reiteradamente al solucionar los sudokus más difíciles. En otra ocasión iba a mi lado una chica joven leyendo una novela… en alemán. Luego me informó que tenía 24 años y ya era abogada del estado. Atribuía su temprano éxito a la mediación celestial de Alonso Martínez. En otra ocasión vine de Madrid a León hablando de música clásica y de ópera con una soprano italiana que iba a ver la Catedral. La última vez vine de Madrid a Pola escuchando cómo un profesor de física me aclaraba la diferencia entre fusión nuclear y fisión nuclear… ¡Apasionante!

Por desgracia, no siempre hay suerte. Os voy a contar una de las últimas veces que fui. Me tocó sentarme al lado de una señora madurita que, desde Pola a Segovia, fue todo el tiempo leyendo revistas del corazón: Pronto, Lecturas, Cuore etc, etc…
Eso, en sí, ya es grave. Pero más grave fue lo que vino cuando dejó de leer. Cogió el móvil, marcó y empezó. Faltaba media hora justa para llegar a Atocha.

ELLA:
19:05
“Hola, cielo… sí, estamos como a media hora de Chamartín… sí, hija, es un viaje estupendo… se hace muy corto.
( _________ )
¿Cómo dices?
No, no, vine leyendo todo el viaje.
Sí, me llevaron a la estación. Bueno ya sabes, él es un hipócrita de miedo. Muy atento, muy atento pero después va por ahí diciendo que si tal que si cual. No sé como mi hermana se casó con semejante individuo. Aparte de las cosas que le ha hecho tragar… ¡Que ya está bien! Acuérdate del lío aquel con la colombiana.
( _________ )
Sí, claro y lo del hotel. No, si vaya aguante que tiene ella. A lo mejor le compensa el dinero, porque al parecer están podridos de dinero. No quieras ver el chalet que se han comprado hace poco.
( _________ )
Sí, sí en las afueras de Oviedo. Y mucho mercedes, y criadas, bueno si esto la compensa, allá ella.
Yo, desde luego, no hubiera aguantado todas las faenas que le hizo… y andar en boca de todos… que hace meses que no se habla de otra cosa que del lío de él con la periodista.
Y bla, bla, bla.

19:10
( ________ )
Sí, Carlos y Mercedes parece que van saliendo adelante. Claro que gracias a  mi hermano porque lo que es por ella… Qué desastre de mujer… Mi hermano debía de estar borracho cuando se fijó en ella. Es un desastre para todo. El pobre Carlos se mata a trabajar y ella se pasa el día en las cafeterías de charleta con esas amigas… es que Carlos…
Primero le consintió dejar el trabajo que ella tenía en una tienda y luego, como se empeñó la tía, le puso una asistenta que le hace todo lo de casa…
Y bla, bla, bla.

19:15
( _______ )
No, que va. La hija, Elisa, no hubo manera de que hiciera ningún estudio. Ahora trabaja en un Alimerka de cajera. Tiene que ir a diario al tren de las seis y media y vuelve a las siete de la tarde. Total para ganar una miseria.
Luego los sábados se queda en Oviedo. Dice que en casa de una amiga… pero vete tú a saber.
Dicen que la vieron hace poco con un casado que está prejubilado de Hunosa con una paga tremenda. No me extrañaría porque la nena se crió sin control y la madre la dejó hacer lo que le dio la gana toda la vida.
( ________ )
Otro que tal. Si la nena salió mal, el chaval, peor. Figúrate que está haciendo 2º BUP con 22 años. Y para colmo hay una ecuatoriana que anda diciendo que está en estado de él. Imagínate qué situación.
Y bla, bla, bla.

19:20
( _________ )
O sea, que ya estás enterada de lo de Celso, el médico. Pues sí, hija. Bueno ya sabes que ella era la segunda mujer, que él enviudó de la primera hace siete años. Pues fíjate, la Loli, dejó que él le entregara el piso que compraron hará cuatro años, más no sé cuantísimo de la manutención del nenu que tuvieron hace cuatro años. Bueno, pues va él y exige la prueba de paternidad del guajín, y resulta que no es de él. Ella quedó en ridículo, sin pluma y cacareando. Él será lo que quiera, pero yo me alegro de que tenga razón.
Y bla, bla, bla.

19:25.
¿Te acuerdas de Pedro el del Molín? Bueno, pues la hija le metió en la residencia después de que él firmara poniendo todo lo que tenía a nombre de ella y ahora lleva un año en la residencia y ella no fue a verle ni una sola vez. Lo bueno es que ahora la residencia la acusa de una cosa de esas que se llama “alzamiento de bienes” y va a tener que devolver todo para que él pague la estancia en la residencia. Le cayó bien por mala hija.

Como ves, el pueblo sigue igual, los mismos chismes de hace 10 años y de hace 30 años.

Yo, la verdad, ya tenía gana de venir a Madrid unos días y descansar de tantos chismes y tanto cotilleo y tanta murmuración.  Bueno, tú sabes qué es eso de andar contando las historias de los demás. Ahora en Madrid pasaré unos días sin oír ni hablar de la gente… ya era hora. Estaba harta de tanto cotilleo.

19:30.
Oye, cielo, que me parece que el tren ya está entrando en la estación. Vamos a colgar.
Oye, voy en el coche 1º, el que va después de la máquina. Acércate a la puerta para ayudarme a bajar la maleta. Ya sabes que soy muy torpe.  Hasta ahora mismo.

 Mientras el tren se detenía, la miré… con una pena infinita. Con la pena con la que miras a la flor que no huele a nada, o la que produce la fruta sin sabor alguno. Era un ser dizque racional, pero la racionalidad, simplemente, se le suponía. Como al bebé, porque la pobre, ignoraba que hay vida más allá de las vísceras. Acostumbrada a una dieta de casquería televisiva, no se imaginaba que pudiera haber otros manjares suculentos. Un mundo de ideas apasionantes de bellezas insospechadas, de hallazgos maravillosos para la mente. Seguramente no se le olvidó leer, porque como tantos y tantos lee cada semana el Marca y el Hola!

En esas estamos. ¿Soy demasiado pesimista? Es posible. Pero creo  que  me limito a poner un espejo que refleja la imagen de lo que es esta sociedad. Admito que me dejo llevar de cierta aspereza al hablar de lo que me disgusta. Con palabras menos bruscas, la realidad, sería la misma.

 EL
Su marido tien 48 años y lleva 6 prejubilado de Hunosa.
Estudios primarios.
Cuando dejó la escuela, los profes organizaron una cena para celebrarlo.
Acudieron incluso dos que llevaban meses de baja por depresión.
Trabajó de pinchadiscos en una discoteca de Mieres.

Conduce desde los dieciocho años cuando su padre le compró un Seat-León de color rojo con el que sólo tuvo 18 accidentes. Ninguno grave.

Su padre empezó a preocuparse del porvenir de su hijo, a tal efecto, acudió a un amigo, vigilante en Hunosa y de la ejecutiva de UGT, que le tranquilizó: “Esto arréglotelo yo”  Y efectivamente le metió en Hunosa.
Cotizó 12 años.
Se ha prejubilado con algo más de 2000 euros.
Lee el Marca cada mañana.
Quedó subcampeón en el último campeonato de tute de la localidad.
Hace siete años fue concejal del Ayuntamiento, cuando ganó las elecciones su partido. Este fue su momento de gloria. Tuvo la idea, iniciativa o genialidad de poner, en un lugar bien visible, de una localidad del municipio el siguiente letrero “PROIVIDO BERTER ESCONVROS”.

Se siguieron vertiendo como es propio en nuestros usos. Pero el anuncio provocó una afluencia de forasteros que buscaban hacerse una foto con el letrero. Venían de Oviedo, Gijón, León y hasta de más allá del horizonte. Fue una bendición para el pueblo tantos miles de turistas.

No hubo manera de quitar el letrero. Allí estuvo durante cuatro años. Ahora lo tienen en el museo de la sede de su partido para perpetua memoria de quien más hizo por el término local. Además lo exhiben como una muestra de lo que es la libertad de expresión.

NOSOTROS.
Estos son los protas de mi artículo de hoy. Cualquier habitante de las Cuencas reconocerá en el retrato que he hecho a una docena de parejas conocidas suyas.
Y no hay más cera que la que arde.

Los políticos que tenemos o son de una calidad ínfima o están hasta las cejas del chapapote de la corrupción.

La sociedad no tiene mejor nivel moral ni de actitud que los políticos que han elegido.

Para colmo la sociedad no da la impresión de que esté dispuesta a reconocer que somos lo que realmente somos.

Esta burla que hago responde por desgracia a la realidad.  Quizás esté yo influido por vivir en una comarca  que durante toda su historia ha dado muestras de una laxitud moral y cívica.

A título individual lo único que cabe hacerse es reírse de todo y lamentar ser uno de los nuestros.


Pepe Morán. Dominico-ex

lunes, 21 de marzo de 2016

CHARLY/ LIGANDO CON CERVEZA


Charly Huntington –o sea– Charly para los amigos era el cura en cuya parroquia estaba enclavado el puerto de Cork. Medía  1, 95 y tenía una espalda como un armario ropero, era dinámico, extravertido, exuberante. Parecía un personaje de película de John Ford, algo así como un John Wayne en cura. Su celo apostólico era multinacional y multiétnico, pues se veía impelido a salvar el alma de todo marinero que hiciera escala en el puerto de la ciudad. Todo marinero que atracase en Cork era feligrés suyo, fuera de la nacionalidad que fuera: japonés, chileno, polaco, español, hindú… fuera de la religión que fuera. El tenía que poner a todos rumbo al cielo. Había creado una residencia “Anchorhouse” donde acogía  a compañeros marineros que tuviesen que permanecer en Cork más de 48 horas. Yo me hice muy amigo suyo y juntos bebimos muchas jarras de cerveza negra llamada Celebration.

Era capaz de beber seis jarras o siete y no le hacían más efecto que una botella de la Casera. Yo, mísero de mi, nunca pude trasegar más allá de dos pintas. Con más, ya perdía la sensatez.

Así que un día me llamó por teléfono y me dijo:
“Morán, mañana a media mañana llega a Cork un barco con toda la tripulación española. Vienen de Angola con un cargamento de madera y estarán aquí tres o cuatro días. Acércate por el puerto y mira a ver qué se puede hacer por ellos”.

Yo no estaba obsesionado por salvarles el alma a los marineros compatriotas pero me encantaba la idea de alternar con ellos y, si era posible, que me facilitasen tabaco negro, porque en Irlanda no lo había negro y solo podías adquirir unos horribles cigarrillos franceses llamados Gauloises.

Así que me presenté en el puerto. Primero hablé con el oficial de la aduana para preguntarle cuanto tabaco podía  sacar del barco y meterlo en Irlanda sin pagar.
“Un cartón”.
“Oiga, yo soy pobre y además, amigo y colaborador de Charly”.
“Bueno, saque lo que quiera”.
El barco se llamaba “Sierra de Cazorla”.
La tripulación se componía de veintitantos marineros, todos gallegos a excepción de uno de Punta Umbría (Huelva) llamado Antonio pero al que todos llamaban Punto Umbrío, o sencillamente Punto. Me abastecí de tabaco: Goya. Me invitaron a una copa de vino y enseguida, pese a ser gallegos, nos hicimos amigos.

Quedamos en que nos veríamos a las ocho en Wild Duck (Pato salvaje) un pub muy popular, de enorme aforo, para ingerir cerveza.

Charly me había dicho que les recomendara que no intentasen competir con una chavala a ver quien bebe más. Que no se llamen a engaño. Que cuando ella vaya por la cuarta pinta, tú con esa misma dosis estás tirado al pie de la mesa y ella se va a ver si otro sigue invitando.
Yo se lo dije, pero no con las palabras de Charly sino con frases bastante más expresivas y desgarradas. En esencia les dije que a mí no me importaba cuales fueran sus éxitos sexuales. Pero que me daría mucha pena verles hacer el ridículo.

Además, decirle a un gallego que sea cauto es absurdo, pues es bien sabido que los gallegos son cautos en su adn.

¡Ah, pero allí estaba el Punto Umbrío! Un andaluz precavido no es un oxímorón, es un pleonasmo. Como lo sería un francés humilde, un inglés extravertido o un alemán vago.

A las ocho me presenté en el Duck y allí estaban mis colegas. Nos sentamos un poco retirados del centro y pedimos una pinta cada uno.  Empezamos a hablar y yo les rogué que me hablaran en gallego porque me encanta.

Desde el sitio que ocupábamos, un poco elevado, vimos llegar al Punto. Era menudito y de pocas carnes. No reparó en nosotros y decidimos no llamarle para ver que hacía. Fue hacia una mesa vacía y se sentó.
Llegó un camarero y el Punto se ve que le pidió una jarra. Pausa.
No tardó mucho en acercársele la presunta presa. Una rubita vestida de verde prau. Empezaba la cacería. A nosotros nos encantaba ver el espectáculo.

La rubita pidió una jarra. El Umbrío no hablaba inglés, hablaba el español y mal.  Le vio animarse. La rubita se veía que asentía sin entender nada.
Oh, yes, yes. Decía la rubia.
“Pue mi arma. Nosotro lo andaluce somo mu grasioso y mu hombre”
Oh, yes, yes. Asentía la mocina.
“Tú no sabe lo bueno que somo lo andaluce con la mujere”
Oh, yes, yes, reiteraba la chavala.
La primera jarra la trasegaron rápido. Él tenía prisa por llevarla al barco y ella quería beber la segunda.
Otra jarra. El Punto insistía:
“Ere una chavala guapa”
Yes, yes. Afirmaba la de verde.
“Tiene uno ojo presioso”
Yes, yes. Manifestaba la dulce rubita.

A él se le veía cada vez más ansioso, un goloso ante el escaparate de una confitería. Según sus cálculos, aquello estaba ya maduro. Así que despué de un rato de hablar:
Él: Bla, bla,bla.
Yes, yes, asentía la rapaza.
El Punto decidió rematarla y pidió la tercera jarra. Sus cálculos de macho ibérico le decían que aquella dulce monada no podría aguantar mucho más. Pero aguantó con una dulce sonrisa.
El grupo de los gallegos y yo, íbamos por la segunda jarra que era el tope que no se podía traspasar.
Cuando el punto terminó la tercera jarra, quiso incorporarse para ir al baño, pero le costó trabajo mantenerse vertical. Le vimos camino de los servicios con pasos vacilantes.
Volvió. Tenía el aspecto del toro que mira la muleta y no da crédito a no encontrar nada donde clavar los cuernos. Pero ya estaba ciego de una mezcla de deseo, después de 37 intentos, y de orgullo español.
“!¡Qué quiere niña¡! ¿Por qué no nos vamos un rato ar barco?”
Yes, yes, decía infatigable la chica. Cuando acabaron la cuarta. El punto ya estaba medio de bruces en la  mesa con las manos sosteniendo la cabeza, que le daba vueltas.

Final: El Punto cayó encima de la mesa derrotado y la mocina se fue a ver quien seguía invitando.

Yo no volví al pub al día siguiente y sospecho que el Punto, al día siguiente invitó a una chavala pelirroja pecosa con el mismo resultado que la rubita.

Habría que oírle contar sus éxitos amatorios en su pueblo:
“Pue una ve me ligué yo a do chavalita y me la lleve ar barco…”

Pepe Morán. Dominico-ex

miércoles, 16 de marzo de 2016


Agradeciendo al "Prior" sus diligencias, y como prueba de que aún le estamos robando tiempo a la historia, introduzco esta fotografía tomada en un poblado turístico de la Nación India Miccosukee, situado al oeste de la ciudad de Miami. en pleno Everglades del estado de la Florida, el pasado año.

No todo lo que reluce es oro, como bien se dice, "la procesión va por dentro", y no se cual de los dos, si el reptil o el humano se encuentra disfrutando el momento.

Contestando al comentario de Samuel, mi hermano Joaquín, el que aparece dentro de un circulo, se encuentra, dentro de las limitaciones normales que acompañan sus dolencias, muy bien.  No fuma, no bebe, no baila, no juega al football, no trabaja, pero disfrutando de sus tres nietos como todo buen abuelo.  El reside en la ciudad de San Luis, Missouri, aproximadamente a día y medio o dos días por carretera desde Miami, dependiendo de si el conductor calza zapatos o ladrillos.

¡ Sí ! me lo paso pipa, leyendo los artículos y comentarios del Blog y escuchando las últimas noticias de la madre patria, las cuales dicho sea de paso, al igual que aquí, no son muy halagüeñas, pero en fin es lo que hay "y que viva la madre que nos parió".

Don José Morán se ve que disfruta compartiendo sus avatares con todos nosotros; que continue, que somos muchos los que de una forma u otra, nos identificamos con sus anécdotas.  Cuando leo sus artículos, me viene a la memoria aquella sección de la revista Readers Digest, que me parece se titulaba "Cosas de la vida".  En cuanto a sus dolencias, (letra pequeña de un contrato llamado vida), compartiré con él lo que muchas veces escuché a mi madre, en gloria esté), decir: "un catarro dura catorce días con medicinas o dos semanas sin ellas".

Bueno Sras., Sres., niños y niñas, mañana..............hablaremos del Gobierno.

Un abrazo a todos.

martes, 15 de marzo de 2016

Reclamando noticias de un amigo de Corias



Hace unos días me ha llamado nuestro amigo y admirado profesor,  Pepe Morán, para preguntarme si sabía algo sobre el amigo y compañero José Vigil,  Cubanín,  que hacía mucho tiempo que no daba señales de vida en el blog y la basca cauriense bloguera, y no bloguera, preguntaba por él  con frecuencia. Como estaban en lo cierto, os podéis imaginar lo que supuso para mí esa insinuación.  Dicho y hecho. Al instante he puesto  manos a la obra y le he enviado a  nuestro compañero y amigo, José Vigil, Cubanín , el siguiente mensaje:

- Hola Cubanín: Espero no ser inoportuno con este correo, pero tus excompañeros de Corias, tanto los de tu promoción como el resto,  deseamos saber de ti y de ​cómo te va. Todavía ayer me ha llamado Pepe Morán, dominico-ex, haciendo de portavoz de un grupo de exalumnos  que  se extrañan mucho de no verte por el blog. Por mi parte  ya hace tiempo que eché de menos tu estimada presencia, pero  sabiendo de tu delicada salud, me he hecho cargo y pensé  que ya vendrían tiempos mejores. De todos modos, así lo esperamos y deseamos que la falta de tus noticias en el blog,  sea por simple pereza, que a todos nos pasa, y no por contratiempos de salud. Por lo tanto, amigo Cubanín, si te encuentras bien y te ​es posible, buenamente, no dejes de dar señales de vida. Si lo prefieres, también puedes comunicarte conmigo por este mismo medio  y yo lo participo a los compañeros en el  Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Deseándote lo mejor, recibe un abrazo, Benjamín

                                           ***
Y hoy día 15 he recibido el siguiente mensaje:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Greetings !!!!!!!!! desde Miami amigo Galán:

¡Qué sorpresa más agradable!.  Quiero, ante todo, disculparme por no haber dado señales de vida desde aquella pequeña controversia, sin mayores consecuencias, sobre mis opiniones.  No esperaba que mi presencia suscitase más o menos alboroto entre mis antiguos compañeros, "blogueros", y/o profesores.  Yo sigo disfrutando como un muchacho de los artículos del Blog, y sus comentarios; precisamente publique un comentario como "Anónimo" (ya olvide mi contraseña), pero sin detallar su autor, ¡¡sorry!!

Escribir esta respuesta, me está costando alma mía y señor mío, (tengo el cerebelo un poco/mucho alterado desde los ictus de hace tres años) pero día a día aun tenemos, gracias a Dios, suficientes fuerzas para seguir en la brecha (no en balde fuimos soldados por tantos años), y hago mis pinitos con la lectura de vuestros artículos (menos mal que de momento El Pelgar anda tan perdido como yo y no tengo que leerlos en bable), y mi búsqueda del condenado asno y poder seguir dándole el beneficio de la duda a Fray Pepín.

Es Ud. muy libre de publicar este articulo, si lo considera oportuno.  Aun continuamos en este valle de lágrimas, recordándolos a todos y todas, y buscando alguien que pueda hacer la condenada insignia de Corias mas económica.

Un fuerte abrazo
                          ***
Creo que está todo dicho. Nos felicitamos que nuestro amigo siga en pie, con tanto  ánimo como siempre le ha caracterizado y con las mismas ganas de participar en todo lo relacionado con Corias.

En nombre de todos tus compañeros y amigos blogueros, recibe nuestro apoyo y  un fuerte abrazo, amigo.


B.G.G. bloguero “Prior”

viernes, 4 de marzo de 2016

EN TU FINCA SÍ, EN LA MÍA NO


Menudo tema que acaba de tocar  el amigo Pepe Morán en su última entrada. En este país, eso que ha dicho, es  como mentar la soga en casa del ahorcado porque, el que más y el que menos, como muy bien dice nuestro antiguo profesor, el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. Todos incurrimos en actos de corrupción alguna vez, puesto que hay  múltiples formas de ser corrupto. Tan solo es cuestión de la percepción personal  de cada uno, de la valoración que le queramos dar  y  de la magnitud que consideremos punible.

 La corrupción, la picaresca  y la hipocresía  son tres  “virtudes” bastante extendidas entre el personal en  estos tiempos. No digo que lleguen a estar valoradas, pero mal vistas tampoco; sobre todo, por algunos tipos de gente. Esto es así,  hasta tal punto, que muchos de estos personajes no solo no se avergüenzan de serlo, sino que lo tienen a gala y van de listos y de triunfadores por el mundo. Al paso que vamos, llegará el día en que se impartan másteres en corrupción para después incluirlos en los currículos  como un atributo más a valorar. Yo, simplemente, al leer la entrada de Pepe me ha venido a la memoria  un episodio curioso referente a la hipocresía,  que viví  personalmente durante una sesión de trabajo, allá por los años ochenta en Andalucía.

Recuerdo que estaba  en Almería, en la zona del Campo de Dalías,  haciendo unos estudios geotécnicos para la construcción de unos futuros diques de contención (presas),  en el fondo de los barrancos que bajan de la montaña, con el objeto de poder contener los “turbillones” que se  producen cuando caen grandes tormentas,  como protección de los numerosos invernaderos que existen  en el pie de las laderas. La palabra, “turbillón” no la contempla el DLE, es denominación local, y se  aplica a las masas descontroladas de agua y lodo  que suelen circular ocasionalmente de forma impetuosa por estas tierras mediterráneas después de las  grandes tormentas. Dichas aguas corren  en régimen turbulento, de forma desbordada  por fuera de los límites de los cauces, inundando y   arrasando  todo lo que obstaculiza su avance.

En principio, como se podría pensar, el cometido de estos diques o presas proyectadas  no era exclusivamente el de almacenar agua como reserva, sino más bien se trataba de frenarla, retenerla y acumularla, para posteriormente,  ir soltándola suavemente hacia el mar, mediante canales, sin causar daños ni destrozos en  las instalaciones  de los invernaderos  existentes en este recorrido.

Estos  estudios fueron propuestos y financiados por iniciativa de las cajas de ahorros, ya que los dineros prestados como créditos a los agricultores,  para montar  los invernaderos y toda la infraestructura necesaria para la implantación del riego por goteo, alcanzaban cifras multimillonarias y a los banqueros les  convenía aminorar el riesgo de impagos en lo posible,  en caso de haber catástrofes naturales por tormentas. La dirección, organización y planificación  de estos estudios hidráulicos corrían a cargo de la Confederación Hidrográfica del Sur, y como era lógico, aparentemente,  estaban muy bien vistos por toda la población en general; tanto por los posibles  perjudicados, como por los no afectados.

Entre los muchos titulares de fincas involucradas en este proyecto, con los que había que tratar, un día me tocó hablar con un propietario, dueño de un terreno de monte  bajo y matorral, escabroso y  con muy poco valor agrícola pero muy extenso, para informarle de lo que se pretendía hacer en aquellos pagos. Conviene decir que este terrateniente no   era un campesino cualquiera pues, aparte de latifundista,  también era funcionario del Ministerio de Agricultura. Al exponerle el plan y lo que se pretendía llevar a cabo  con aquellos estudios, se quedó maravillado por la iniciativa y no tenía palabras suficientes  para elogiar y aplaudir la idea. Lo peor vino al poco rato cuando, una vez explicado el plan,  se llegó a concretar y tuve que mostrarle los planos y participarle que el emplazamiento de uno de aquellos muros ciclópeos, precisamente,   coincidía dentro de su finca. Ay amigo, cómo cambió la cosa. Nada más oír semejante improperio, se acabaron  los parabienes y  la cortesía por su parte;  se puso pálido, rojo, amarillo… de mil colores. Tal que, acto seguido, se levantó del asiento  y  no con buenos modales, me invitó a abandonar  su despacho. Al final me parece que tuvo suerte el muy cabronazo pues, algunos de aquellos diques no se llegaron a construir.

 Conclusión. Para este hacendado hipócrita, el plan resultaba perfecto mientras las obras y molestias cayeran  en terrenos del vecino, ya que así,  constituía toda una propuesta de progreso y de avance que beneficiaría  a todas las fincas del valle y  por lo tanto digna  de aplaudir; sin embargo, en cuanto supo que la colaboración y disposición debía ser por su parte,  entonces tanto los estudios como el  proyecto en sí,  dejaron de ser de utilidad pública y se convirtieron en un abuso, un despropósito y casi un atropello, por parte de quien los planteaba. Esta mezquina e insolidaria actitud,  desgraciadamente, también está muy extendida y todos la practicamos en alguna ocasión de nuestra vida, aunque sea en proporciones mínimas.


B. G. G. bloguero “Prior”

Nosotros los corruptos


Yo, como todos los corruptos de la historia me fabriqué mi propia moral para aliviar la conciencia. Como todo. Que si la necesidad, que, total, no es para tanto, que otro, en mi lugar habría hecho lo mismo.

Hace poco he contado aquí, cómo los dominicos ingleses me mandaron a dormir a un catre en el desván. Era evidente que me estaban invitando a irme. Y me fui. Como tenía pagada la matrícula y el primer trimestre donde pensaba estudiar, me vi obligado a buscarme la vida.

La hospitalidad y la comprensión que no encontré en mis hermanos, la encontré en la calle. Una señora que regentaba una agencia de trabajo se compadeció de mi triste suerte y se tomó la molestia de buscarme trabajo y habitación. La ventaja era que estaba al lado de donde estudiaba y no gastaba en transporte. El trabajo no era inmediato. Tenía que esperar casi un mes. La habitación disponible y muy barata. Me trasladé, no sin antes despedirme de los frailes, expresándoles mi  agradecimiento más solemne por su hospitalidad. En educación les gané y en sentido del humor, por goleada.

Cuando llegué a mi nuevo domicilio ya estaban esperándome. De seis habitaciones, cuatro eran españoles. La de la agencia les había informado que iban a tener de compañero a un fraile.

La expectación era máxima. Creo que caí bien, pues todos estaban dispuestos a movilizarse para que no faltase de nada. Elio, un catalán de Tarragona dijo que del asunto de comida hasta que empezase a trabajar que se ocupaba él.

Carlos, un malagueño, dijo que él se encargaba de proveerme de todo el menaje de cocina que necesitara. Todas las habitaciones tenían una minúscula cocinita de gas.

Esa misma noche ya cené donde trabajaba Elio, en un local de Picadilly que estaba abierto 24 horas al día. Era muy fácil. Íbamos juntos, pero, una vez allí, él entraba primero y yo a los cinco minutos. Iba al mostrador y me decía:
-                      -  Buenas noches señor ¿Qué desea tomar?
-                      -  Póngame un huevo frito con dos salchichas, patatas fritas y un tomate.
-                      -   Al momento, señor.
El señor cenaba y se iba. Sin pagar, claro. Así, un mes.
Al día siguiente me dijo Carlos que me acercara a las once y cinco al 17 de St James street y que esperara en la acera de enfrente.
Lleva una bolsa de mano.

Era un restaurante. Esperé como 20 minutos. Al cabo salió Carlos, me silbó con los dedos y dijo:
Rápido, la bolsa.
Allí echó una sartén, una cacerola, un cazo, cubiertos etc.


Caminando.

(Bueno, no tiene importancia. Es una minucia, además es un caso de necesidad, etc, etc… en fin las disculpas de todo corrupto).

Muy cerca de donde vivía, tenía el Centro de Estudios y el sitio de trabajo. Todo a pie y a mano.

Cuando por la mañana del primer día salí hacia clase me detuve en una cafetería cochambrosa que había en la esquina de la calle. Era un local enorme, destartalado, con una barra larguísima donde, a esa hora, se agolpaba una multitud de gente a desayunar. Desayuno continental, que llaman. O sea, café con leche y un bollo. Me acerqué a la barra. Una mocetona grande, robusta, de abundantes carnes… (no, bigote no tenía) con una gran cafetera en la mano iba llenando las tazas.

Cuando llegó a mí, me dijo en un deficiente inglés: ¿Qué desea? (May I help you?).

Desayuné y salí corriendo para clase. Al día siguiente a la misma hora otra vez la mujerona con lo mismo. A mí me dio la corazonada de que era española.  Le pregunté:
-                        -  ¿De dónde eres? (Where are you from?)
-                        -  Yo soy de España. Por la entonación de la moza era evidente que era gallega, así que le dije en español.
-                       -  A mí que me da que eres prima mía. Yo soy asturiano y ya sabes, gallegos y asturianos…
-                      -   Soy de Lugo.
-                      -  Mira por donde me voy a encontrar en Londres con una prima mía. ¡Cuánto me alegro!

Cuando terminé y pregunté “¿Cuánto te debo?” ella, con la mano extendida y en paralelo con el suelo la movió diciendo “Tú aquí no pagas”.

No le volví a preguntar nunca más en los siete meses siguientes.
¿Mal hecho? El corrupto que llevaba dentro de mí, enseguida argumentó: Si es ella la que se niega a cobrar. Además es un café y un bollo entre cientos y yo soy pobre y… y…

Yo me movía en un radio bastante reducido y todo a pie. Afortunadamente. Porque las tarifas de los transportes públicos en Londres eran –al parecer son-  de una cuantía llamativa.

Concretamente el metro era carísimo. Pero… pero tenía arreglo la cosa. En el metro entonces –no sé ahora– se podía acceder al tren sin sacar billete al entrar. Pero no podías salir sin pagar ¿Cómo?

Parece mentira, pero la cosa funcionaba así: Ibas sin billete y para salir te acercabas a una ventanilla donde te daban uno que costaba en dependencia de mayor o menor trayecto que hubieras recorrido. ¿De qué estación procede? Un inglés (os lo juro) dice de verdad de donde proviene aunque cueste más. Nosotros  -yo-  siempre veníamos de la estación anterior.

Es que, vaya precios abusivos para un trabajador pobre como yo… No te preocupes…

En fin, que yo fui un corrupto cuando tuve apuros, lo reconozco.  Después vino aquello de:
-                           -  Sin IVA.
-                           -  Vamos a meter esto a ver si cuela en hacienda.
-                          -  No fue así, pero que pague la mutua.

Reivindico para mí el calificativo de corrupto, y no por vanidad, si no higiene moral. Si yo delinquí es hora de que lo reconozca públicamente. No puede ser que los corruptos sean siempre los demás.  O ¿Es qué la corrupción depende sólo de cuantía?

Me asombra que este pueblo que miente, engaña, falsea, se “aprovecha de… ” etc, muestre tanta cólera contra quien hace lo mismo que él, con la única diferencia de la cuantía de lo detraído. La catadura moral es la misma.

Como en el caso de la mujer adúltera, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Por favor, si alguna vez me oís clamar contra la corrupción de alguien, recordadme que yo también fui un corrupto. Corrupto de poca monta, pero corrupto.


Pepe Morán. Dominico-ex