viernes, 29 de diciembre de 2017
Para todos los lectores del blog con mis mejores deseos para el Año Nuevo.
“Decálogo para la vida nueva”
Prometo
analfabetizarme seriamente.
Prometo no
sufrir cada mañana
por las
noticias de este fiero mundo
y dejarlas
pasar desde la cama.
Prometo ser
calculadora y fría,
prometo ser
más egoísta cada día,
ocuparme de mí
y de mis asuntos
y dejar a los
demás hundirse juntos.
Ser frívola,
mundana, veleidosa,
vender mi alma al diablo por un traje,
me hará ver la
vida color rosa.
Prometo no
acudir a librerías
(me acuso de lectora
y ser consciente),
prometo
doctorarme en tonterías
y ser banal,
alegre y ocurrente.
Prometo
contemplar escaparates,
prometo
frecuentar cafeterías
y no perder el
tiempo en disparates
como la
historia y la filosofía.
Prometo ser
perezosa e indolente,
huir del
nefasto vicio del trabajo
y dejar pasar
las horas dulcemente
como si fueran
agua río abajo.
Y cuando
llegue del año el día postrero
renovaré mis
promesas nuevamente
sin recordar
que una vez más
las habré de
olvidar al día siguiente.
MGM
lunes, 18 de diciembre de 2017
FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS
El “Prior”, como administrador del blog, y siguiendo el ejemplo de Ulpiano, también
quiere felicitar las inminentes fiestas navideñas a todos los simpatizantes y
visitantes de este tabloide de los amigos de Corias. Cuánto más en estos
tiempos en los que se halla el pobre blog
cauriense un tanto alicaído y con falta de colaboraciones, pero yo pienso que
estos bajones de inspiración narrativa son frecuentes en todos los colectivos, y que pasa un poco como en las crisis económicas
del país que, llegan a niveles impensables y de pronto, por arte de birlibirloque, se recomponen ellas solas y desaparecen sin
dejar apenas rastro; al menos, eso es lo que pregonan a diario nuestros gobernantes. Con
lo cual, creo que esto nuestro, no es nada preocupante ni grave, y que se le
puede catalogar como una simple gripe estacional que requiere cierto periodo de
convalecencia, pero que antes o después, saldremos de la murria (en Cangas decimos
murnia). Por lo tanto, tranquilos, seguiremos con esperanza a la espera de que en cualquier
momento pueda resurgir por sí solo, como lo hizo el ave Fénix de sus propias
cenizas, y vuelva a ser lo que fue en sus buenos tiempos.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD
PARA TODOS Y MUCHO ÁNIMO PARA AFRONTAR CON VALENTÍA EL NUEVO AÑO 2018, QUE
PUEDE SER PELIAGUDO!!!
B. G. G. bloguero "Prior"
sábado, 4 de noviembre de 2017
BASELGAS VI 2017
Si echamos un vistazo al pie de las fotos apreciamos que pone Baselgas VI y la fecha. El topónimo
Baselgas no ofrece duda alguna y la fecha tampoco, pero el
VI como cabría pensar, no corresponde al número de la casa, no; ese seis escrito en
números romanos, equivale al ordinal que
indica el número de veces que el amigo
Fidel nos lleva acogiendo en este bonito recinto de su propiedad, perimetrado
por robustos muros de piedra y coronados en las esquinas por los pegollos del hórreo. También
es de justicia decir que el amo de esta casa, no solo nos obsequia con excelente comida y bebidas de todo tipo, hasta
espirituosas de maceración sospechosa, sino que también tiene el cuajo
necesario como para poder soportar por enésima vez el alboroto y disertaciones de todos nosotros sobre las numerosas
fechorías y vivencias cometidas en el colegio. Si digo la verdad esta vez
apenas salieron a relucir los temas escolares
pues, con el desagradable asunto catalán
tuvimos ya tema para toda la velada.
Después del aperitivo, en el momento de ocupar nuestros asientos para comer, Samuel observó que a la amplia mesa que
utilizamos en estas sesiones, según pasa
el tiempo cada vez tiene más huecos libres y así es. En esta ocasión ha estado el grupo un tanto mermado en cuanto
al número de comensales pues solo fuimos cinco, según posición en la foto de la
mesa: José Manuel, Raúl, Fidel, Galán y Samuel. Si la cosa fuera como tenía que ser,
debiéramos juntarnos nueve. Bien por la lejanía de algunos, o por otro tipo de
circunstancias de la vida, normalmente, no solemos pasar de seis. Pero habrá que conformarse. Como se suele
decir en estos casos, más vale pocos y bien avenidos, que muchos y revueltos.
Como ya hemos dicho en múltiples ocasiones, el objeto de
estas reuniones entre este grupo de sexagenarios y septuagenarios, exalumnos
del extinto Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias, no tiene otra pretensión que mantener la amistad y el vínculo existente
entre nosotros, el cual fue creado durante la convivencia en el internado y que
aún pervive, y de esto hace ya casi sesenta años, dentro de muy poco.
En esta ocasión, a pesar de ser noviembre, tuvimos un día
con temperatura muy agradable que nos permitió comer bajo el hórreo como es
nuestro gusto. En mi caso, al salir de León llovía con ganas, pero llegado al Pajares
cambió la cosa y comenzó a salir el sol. De vez en cuando durante la comida tuvimos
algún chubasquillo que otro débil, pero que no nos perturbaron lo más mínimo nuestro disfrute gastronómico.
Además, como este año estamos tan ávidos
de agua, el ver llover es casi un placer, podríamos decir que es una
satisfacción aunque uno se cale hasta los huesos. Así pues, un año más hemos
cumplido con el pacto de juntarnos y de pasar
un día agradable. La siguiente, si Dios quiere, la celebraremos allá, cara a la primavera próxima. El caso es que
podamos seguir renovando esta consolidada cita, año
tras año, y sin ninguna merma presencial.
B. G. G. bloguero “Prior”
domingo, 1 de octubre de 2017
CRÓNICA DE CORIAS 2017
“Nadie más cortesano ni pulido que nuestro venerable Prior, que
Dios guarde…” habría dicho de él Manuel Machado, si hubiera tenido la fortuna
de conocerle. Hoy, apenas recobrados de la alegrías del encuentro, diligente
como siempre, veloz como el rayo, nos obsequia con su crónica en el blog,
ilustrada con una foto de su señora esposa, a cuyo lado me encuentro, que me ha
sacado los colores. ¿Qué pinto yo en primera plana? me he preguntado. Si nos
atenemos al presente, poco, en verdad. Si nos remontamos a los lejanos orígenes
del Monasterio, algo más de lo que muchos sospecharíais pues fui monje copista
en su scriptorium, allá por el sg XII.
Los nuevos tiempos han traído nuevas
tecnologías que han acabado con mi oficio. Ahora ejerzo de cronista y es así
como, con el debido respeto, me presento ante vosotros.
Llegó, un año más, el último sábado de septiembre y desde diversos
puntos, algunos muy lejanos, los antiguos alumnos y sus acompañantes van
llegando a Corias. Ante la fachada principal no recibe el P. Basilio Cosmen que
tiene para todos y cada uno una palabra amable, un gesto cariñoso y hace gala
de una energía y un buen humor admirables. Cuando, después de saludos, abrazos,
preguntas y comentarios, nos congregamos en torno a él, comienza a darnos
cumplidas explicaciones sobre la actual fachada del Monasterio, del sg XVI,
presidida por la imagen de “S .Juanón”;
las ampliaciones de los sg XVIII y XIX; la Desamortización de 1835, que expulsó
del Monasterio a los Benedictinos para acoger en 1860 a los Dominicos, etc.
Nada escapa a la atenta mirada ni al conocimiento de este antiguo habitante de
la casa: el P. Cosmen llama nuestra atención sobre una lápida en el pavimento, ante la puerta de la
iglesia, en la que se lee Fecit Taela,
así, en latín vulgar o medieval, porque en latín clásico sería Taela fecit. Tal vez se trate del nombre
del maestro de obras, del capataz de canteros, como era habitual en la época.
Pero, sosegaos, que no cunda el
pánico, que no hemos venido a clase, y mucho menos, a clase de latín.
Ya dentro de la gran iglesia, el P. Cosmen nos explica que los
Dominicos, como era habitual también, sustituyeron las imágenes de S. Benito y
otros benedictinos por las de los dominicos,
Sto. Domingo y S. Francisco en el altar mayor, y otros, de menor
renombre en los laterales. Como veis, quitar a unos para poner a otros es
práctica que viene de lejos. De la fiebre sustitutoria solo se salvó el
románico Cristo de la Cantonada, situado en una capilla lateral, al que se llevaba
a los recién nacidos para golpear sus cabecitas contra la imagen a fin de
evitar el mal genio futuro de la criatura. A juzgar por el carácter de los
cangueses, se diría que sin mucho éxito.
El P. Cosmen, que no puede negar su deformación profesional, va vistiendo los ropajes litúrgicos
mientras nos explica el origen y función de cada uno de ellos y, a mitad de la
misa, nos obsequia con una preciosa homilía sobre la amistad y el amor,
manifestaciones de un mismo sentimiento.
Al final de la ceremonia toma la palabra Pepe, el tesorero, en
nombre del Presidente de A.D.E.A.C.O., José Manuel Cuervo, que nos saluda
efusivamente a todos y excusa su presencia por hallarse en Zurich por motivos
familiares.
Como algunos hemos manifestado nuestro interés, entramos en la
majestuosa sacristía para ver el Ballet
de los Benedictinos, como llaman los Dominicos al conjunto de grandes
esculturas de santos de la otra orden
allí agrupadas. Como es habitual entre gentes de tan buen humor y aguda
perspicacia, hay comentarios para todos los gustos.
Pasamos después al Claustro
de la Araucaria, donde nos sirven suculentos aperitivos regados con vinos
deliciosos que animan el encuentro, los abrazos, las risas, los comentarios,
los elogios de unos a otros…El anciano y venerable árbol, cabizbajo en su
rincón, ajeno a la algazara circundante, aún parece más solitario y desvalido.
La comida, en el Salón Narcea, fue memorable. El pote, o potaje, como siempre dijimos los
aborígenes del Valle de Rengos, estaba exquisito y a los menos capaces (en mi
mesa, solo yo) nos dejo incapacitados para atacar el segundo plato, aquella
rosada ternera canguesa que decía ¡comedme! El postre, inefable, chocolate y
mandarina, la perfección hecha dulce helado.
Durante el café y los licores volvió a intervenir Pepe, el
tesorero, en nombre de Cuervo y en el suyo propio, haciéndonos saber que La
Asociación nada en la abundancia (¡qué no se entere Montoro, por favor!) y
prueba de ello y de la generosidad de sus miembros son los tentadores regalos
que los agraciados en los sorteos disfrutarán.
Nuevamente interviene el P. Cosmen, que estaba pletórico viendo a
sus antiguos alumnos reunidos. Jacobo, un animoso exdominico, propone
soluciones para la escandalosa abundancia de que goza La Asociación, sugiriendo
que se reparta entre sus compañeros de mesa que son, a su juicio, los más
pobres. Dimas, el buen cantor, anima
la sobremesa con canciones de la tierra que los demás coreamos en la medida de
nuestras posibilidades y, para dejarle tomar resuello, nuevamente interviene Jacobo
con unos chistes que arrancan sonoras carcajadas.
Y, como si tal cosa…son casi las 7 de la tarde.
No se debe empañar un festejo como el de ayer con despedidas y
adioses. Solo debemos desear que muy pronto se celebre otro y que en éste no
lamentemos ninguna ausencia, ninguna.
Gracias a todos por todo. Un abrazo fortísimo para todos y cada
uno.
MGM
ENCUENTRO ANUAL EXALUMNOS, CORIAS 2017
Como viene siendo costumbre cada año, ayer día 30 último sábado
de septiembre, nos hemos reunido setenta y tantos exalumnos de Corias en el Parador Nacional Monasterio de Corias, para celebrar el Encuentro General Anual,
Corias 2017. Dicho grupo estuvo constituido por antiguos profesores con el
Padre Basilio a la cabeza que, aparte de ser cangués y muy querido por todos, fue director
y profesor de este centro durante muchos años y los antiguos alumnos con sus esposas,
de lo que fue el extinto Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias.
También se suele dar el caso de la asistencia de personas que,
sin haber sido alumnos de este colegio, tanto de forma personal como parental,
siguen siendo entusiastas del monasterio y de todo lo que supuso y representó para la zona el Convento de Corias, durante sus años como centro docente señero que
fue para todo el occidente asturiano. Tal
es el caso de Gloria Martínez Merino que nos ha acompañado de forma entusiasta y que ha
disfrutado y tomado nota detallada de todos los actos como cualquiera de los exalumnos
más apegados al centro. La misa fue celebrada por el Padre Basilio de forma personalizada
y entrañable como suele ser habitual en él, y recordando en las oraciones a todos los
compañeros y profesores ya fallecidos.
El rico menú fue degustado en el amplio salón Río Narcea,
espacio que ya estuvo dedicado a refectorio en los años del internado, pero
ahora totalmente transformado y decorado al estilo propio de Paradores
Nacionales.
Entre las ausencias este año hubo una más notoria pues, será la primera vez que no asiste nuestro
presidente de la asociación de antiguos alumnos de Corias, ADEACO, José Manuel Cuervo, que no pudo acudir por coincidir
la fecha con otras ocupaciones familiares ineludibles y fuera del país. De todos modos,
ha enviado una nota como justificación de su ausencia y uniéndose al acto en la
distancia con el mismo afecto y cariño de siempre. La presentación del acto la
ha llevado a cabo en todo momento su mozo de espadas, Pepe el tesorero, que lo ha
hecho perfectamente, lo mismo que viene
afrontando desde hace varios años los quehaceres propios en el desempeño de la custodia de los dineros de la
asociación. A la sobremesa hubo cánticos regionales, por parte Dimas y su
comparsa como cada año y también se contaron chistes, concretamente uno, el del
paraguas del cura, hizo mucha gracia entre los asistentes, ya que estaba
relacionado con el sexto mandamiento y, curiosamente, quien lo interpretaba es
un exdominico.
Un año más hemos cumplido de forma entrañable y muy
satisfactoria el deber de mantener en pie entre todos nosotros y los nuestros, este
sentir especial, un tanto inexplicable, hacia
todo lo relacionado con el antiguo colegio y que el fallecido y añorado Pepe
Morán decía que no era otra cosa que: el
“espíritu cauriense”.
¡Salud para todos y hasta el próximo año!
B. G. G. bloguero “Prior”
martes, 12 de septiembre de 2017
CONVOCATORIA ENCUENTRO ANUAL CORIAS 2017
A. D.
E. A. C. O.
Asociación de Exalumnos y Amigos de Corias
(CANGAS
DEL NARCEA)
ENCUENTRO ANUAL - 30 / SEPTIEMBRE / 2017
Llega un nuevo septiembre y con él la fecha de nuestro encuentro anual. El lugar de reunión volverá a ser el Parador Nacional Monasterio de Corias y los actos se ajustarán sensiblemente al siguiente PROGRAMA:
13:00 h - Punto de encuentro, saludo de bienvenida y misa en la Iglesia del Monasterio celebrada por el Padre Basilio Cosmen.
14:00 h - Aperitivo en el Claustro:
Crujientes de Morcilla, Variado de Croquetas (jamón y Cabrales),
Arroz con chipirones, Empanada y Raviollis de Afuega'l Pitu.
15: 00 h -
Comida y posterior Asamblea General de socios/as. Finalizados estos actos
tertulia y cánticos al gusto.
Lugar: restaurante del Parador - Salón Río Narcea.
MENÚ
-Pote Asturiano
-Lomo de ternera con fritura de pimientos y patata
-Brownie de chocolate con helado de mandarina
-Café, infusiones y licores
Bodega:
-Vinos de paradores durante el aperitivo
-Vino de Cangas y Vino de Paradores durante el
almuerzo
-Refrescos, cervezas y aguas
Datos de interés para participar en el Encuentro:
-Precio del menú: 35 € por persona
-Cuota anual de socio: 5 €
Forma de pago: Abono en la cuenta de la asociación hasta
el día 27 de septiembre de 2017
Datos bancarios:
-Entidad: Liberbank
-Número de cuenta: ES44 2048 0016 7134 00010526
-Titular: Asociación de Exalumnos y Amigos de Corias
(ADEACO)
A efectos de control de asistencia es importante que figure el
ingreso nominativo.
NOTA IMPORTANTE: no se garantiza la posibilidad de asistir a la
comida si no se ha procedido al ingreso previo del precio del menú en el plazo
indicado.
Nos vemos en Corias el día 30 de septiembre.
Un cordial saludo.
Cangas del Narcea, a 10 de septiembre de 2017
Fdo.: José Manuel Cuervo Fernández
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE EXALUMNOS Y AMIGOS DE CORIAS
(ADEACO)
Para cualquier consulta llamar a los teléfonos:
616 90 38 28 y 666 51 84 74, o a través del correo
electrónico
E-mail: adeaco@hotmail.es
Pág. Web: www.adeaco.es
Pág. Web: www.adeaco.es
martes, 29 de agosto de 2017
Viaje por: Obona, Tineo, Corias, El Acebo y Cangas
Los días, 21 y 22 de agosto, hemos hecho una pequeña excursión por los
lugares citados en el encabezamiento. El principal motivo era que el dominico
Fr. Francisco Iparraguirre de 87 años volviese a Corias, donde había estado de
estudiante desde 1940 a 1946....y que no había tenido ocasión de
volver... le acompañaron otros tres sacerdotes dominicos algo más jóvenes y yo
actué de fotógrafo y chofer.
El superior de Corias, P. Emiliano, nos dio pensión y nos despedimos
en La Casilla de Limés, opíparamente, como no podía ser de otra manera.
De esta excursión ha salido un vídeo de 5 minutos en
homenaje al dominico P. Fray Francisco Iparraguirre, que regresó a CORIAS
después de 71 años y que se puede ver en este enlace: https://drive.google.com/file/d/0B5LrczMFa8sBVVBMM1FWckRZMDg/view?usp=sharing_eil&ts=599ec7e3
También debo decir que el Padre Iparraguirre es un lector de
este blog.
Inocencio Fernández Menéndez
martes, 22 de agosto de 2017
ENCUENTRO 2017. PROMOCIÓN: 1961-1968
Amigos, que lo sigáis celebrando igual de bien muchísimos años más.
Muchas gracias, José Antonio.
miércoles, 2 de agosto de 2017
Crónica de Grandas
¡Al fin llega el día 13 de julio, al fin vamos a volver a Grandas!
Después de 60 años, quienes contamos ya tantos como para hablar de mediados del
siglo pasado, recordamos con emoción la
primera y única vez que vimos aquella
obra gigantesca, siendo niños. Ni siquiera importa que el día sea oscuro y
lluvioso porque eso confiere al paisaje su más pura esencia asturiana y lo
llena de melancolía, tan proclive a los recuerdos.
A las 10 de la mañana, puntualmente, estamos en Pola de Allande,
donde no había vuelto desde mediados de los 60, cuando mis padres nos llevaban
a ver aquella descarga de fuegos artificiales de colores, a la china, tan
distinta de la nuestra. Me pareció
que la villa de los americanos no
había cambiado mucho y reconocí alguno de aquellos palacetes de indianos y La
Nueva Allandesa, sede de inolvidables banquetes.
En el Bar Lozano se reúnen todos los viajeros y nuestro Prior
oficia como maestro de ceremonias presentándome a todos y cada uno. En realidad
creo que no es necesario porque somos ya viejos amigos a través del blog y de
los recuerdos compartidos, pero un buen Prior jamás olvida las formas,
imprescindibles para la buena marcha de la comunidad.
Después del café y de unos minutos de amena conversación volvemos
a los coches para proseguir el viaje. El Puerto del Palo está envuelto en
niebla y apenas es visible el refugio de cazadores, cuya preciosa foto nos
envió Samuel. Apenas adivinado entre la bruma y en lamentable estado de
abandono, es como una alegoría del paso del tiempo y sus desastres. Algunos
esforzados peregrinos aparecen y desaparecen al borde de la carretera, fugaces
como figuras incorpóreas e inquietantes de un sueño.
A la hora prevista estamos ante la fachada de la Central que sigue
siendo la monumental construcción que recordaba y siempre he deseado volver a
ver, quizá porque fue mi primer encuentro con el arte moderno, que habría de
interesarme el resto de mi vida. Ahora, pasados 60 años, entiendo lo que
entonces me impresionó pero no entendí. Ahora entiendo que sus raíces de hunden
en el arte egipcio y que esta fachada se parece a los pilonos de un templo
nilótico donde todo ha sido concebido para la eternidad.
Nos recibe un amable guía que comienza a hablarnos de Los Vaquero, Vaquero Palacios,
arquitecto y pintor, y su hijo, Vaquero Turcios, pintor, escultor y arquitecto,
a quienes se debe el diseño y decoración de la obra. Los relieves que creí
tallados en granito rosa, como muchas esculturas faraónicas, no son tallas
graníticas sino hormigón vaciado en moldes y adherido a la fachada. Su tema es
el agua, que cae desde las nubes al río, pasa por complicados procesos en los
que intervienen hombres y máquinas, se convierte en rayos y sale de la central
por cables sostenidos por torres metálicas. El tiempo y la humedad van
oscureciendo la piedra y el hormigón y los van dotando de pátina, ese halo misterioso, inexplicable, que convierte una obra
de ingeniería en arte.
Ya dentro, convenientemente protegidos por blancos gorros
quirúrgicos y cascos, comenzamos la visita no por la sala de máquinas a nivel
de la entrada sino por la de control, más elevada, a la que accedemos en
ascensores. Se parece a una nave espacial antigua porque las que hoy vemos en
las películas son mucho más sofisticadas. No es grande pero sí llena de paneles
color verde inglés con lucecitas de colores, botones, mandos, relojes y
pantallas. En fin, para expertos como
yo, una atracción cinematográfica donde los metales relucen como recién pulidos
y todo funciona con germánica precisión…desde mediados del siglo pasado, cuando
la tecnología y los medios eran muy distintos a los de hoy.
Bajamos después a la sala de máquinas donde está el gran mural de
Vaquero Turcios, que narra muy gráficamente toda la génesis de la central, desde
la localización del lugar por un anciano con larga barba blanca y túnica que
parece un filósofo griego y, al parecer, representa al abuelo de uno de los
Vaquero, hasta el proceso costosísimo y a veces doloroso de la construcción en
tan difícil paraje. La técnica de las pinturas es cubista, estilo dominante en
esa época, y tienen un marcado propósito descriptivo y pedagógico. Sobre el
enorme mural, en cuatro grandes ménsulas, aparecen las imágenes de cuatro
ilustres personajes con una frase emblemática de cada uno de ellos. Se trata de
Picasso, Freud, Max Plank y Einstein, todos ellos pilares del mundo moderno,
que fueron allí colocados en 2001, cuando los frescos fueron restaurados. En
época de la construcción no fue posible dada la escasa simpatía que tan
insignes personalidades despertaban en el régimen dominante.
Bajo el monumental fresco, bajo la mirada de aquellos genios, hay
una salita redonda con sofás rojos en torno a una mesa circular, de aire
funcional y neoyorkino años 50. La diseñó Vaquero Turcios para facilitar las
reuniones de ingenieros, arquitectos y técnicos in situ, al abrigo del fragor
de la obra en construcción. Pues bien, El
Caudillo, cuando inauguró la central en 1953, se negó a entrar en la salita
porque ¡estaba tapizada en rojo! Parece que Su
Excelencia ignoraba que aquellos frescos bajo los que se hallaba son un
claro ejemplo de realismo socialista, idénticos a los que pueden verse en las
estaciones de metro de Moscú y que Stalin ordenó construir por las mismas
fechas. Y es que el arte no sabe de fronteras y como muy bien dice un refrán
castellano “los extremos se tocan”.
A la salida de la sala de máquinas observamos la maqueta de uno de
los dos colosales halcones que habrían de ser miradores colocados sobre la
presa, entre cuyas patas pasarían los coches. También en Moscú, en el solar de
la catedral del Salvador que Stalin ordenó demoler, se proyectó levantar una
estatua de Lenin cuyas manos extendidas serían dos helipuertos. Los halcones de
Grandas y la estatua de Lenin han tenido el mismo destino. Sic transit gloria mundi.
Ya en el exterior observé con más atención aquel paisaje áspero al
que las construcciones auxiliares, abandonadas y ruinosas, dan cierto aire
siniestro subrayado por las nubes bajas y sombrías. Volví a ver el mirador en
forma de fauces abiertas y la imagen de la Virgen de la Luz y ambos me
parecieron menos grandes y más feos que entonces. Las enormes paredes de la
presa, los aliviaderos, toda la obra se va ennegreciendo, todo tiene un aspecto
posindustrial, de decadencia, de abandono, de irreversible pasado.
Hacia las 13 h nos instalamos en torno a la mesa del restaurante
Las Grandas. Acerca de la comida ha habido disparidad de criterios, como dicen
los taurinos, pero como no soy autoridad en la materia y para mí la compañía es
siempre lo más importante, solo diré que disfruté de lo lindo de todo, comida,
compañía, conversación y vistas espectaculares desde la terraza sobre el
embalse.
Continuamos camino hacia Grandas por una carretera sinuosa y
bellísima y ya en el pueblo, fuimos directamente al museo, ubicado en un
recinto cercado al que se accede por un amplio portón que bien podría ser la
entrada a cualquier pueblo del suroccidente asturiano de nuestra infancia: casa
con hórreo, molino, tienda, ermita y demás instalaciones necesarias para la
vida en la aldea.
Empezamos la visita por la casa con su chariega, escaños,
trébedes, masera, bacitas y los innumerables utensilios que tan familiares nos
son a los aldeanos cangueses que ya peinamos canas…en el mejor de los casos.
Después, la habitaciones: camas, cunas, armarios, enseres y ropas de todo tipo,
algunas verdaderamente jocosas. Una escuela con pupitres con tinteros de mojar, mapas en las paredes, globo
terráqueo, cartillas, enciclopedia, encerado, retratos de los amados líderes, y la estufina de carbón que a punto estuvo de arrancar una lágrima a
algún nostálgico. Una peluquería-barbería de caballeros, con sus sillones
blancos, navajas, tijeras, peines, cuchillas, Varón Dandy y papel higiénico El
Elefante entre un sinfín de objetos cuidadosamente ordenados en las viejas
vitrinas. Una sastrería muy bien surtida donde el Prior tuvo ocasión de
deleitarnos con una lección magistral. Sacas de correos y valijas que me
saludaron como a una antigua colega. Una tienda como la de Saturno de
Ventanueva donde había desde caramelos hasta carburo para los candiles… Telares
de todas clases; máquinas de coser, de ebanistería y de todo tipo; enorme
colección de cuencos, jarras, cestas y toda clase de utensilios hechos de madera;
una completísima colección de madreñas, no solo de Asturias sino de otras
regiones de España y Europa… El Prior nos explicó detalladamente el
funcionamiento de las trampas para cazar ratones, una de las cuales era como
una guillotina de madera. ¡Qué ingenio, que derroche de talento para matar o
cazar a un pobre ratón! Y una cocina más moderna, de aquellas llamadas económicas (fabricadas en el País Vasco,
se vendían en la tienda de mis padres y eran eternas, prácticamente
indestructibles), equipada con toda la cacharrería propia de la época.
En torno a aquel precioso espacio verde y ajardinado están el
hórreo y el molino completo y en pleno funcionamiento, movido por las aguas
claras del regueiro que riega la
propiedad donde también se alza la capilla, ejemplo perfecto de arquitectura
popular en cuyo interior pasamos momentos divertidos examinando confesionarios,
imágenes, carracas, incensarios, apagavelas, ornamentos varios y hasta un
féretro de madera toscamente tallada que debía pasar de generación en generación
pues, de lo contrario, estaría bajo tierra y no aquí sobre unas andas.
A la salida dimos las gracias efusivamente a quienes se encargan
de reunir, clasificar, restaurar y cuidar tan ingente cantidad de objetos y les
animamos a continuar en tan admirable labor. Firmamos en el libro de visitantes
y así concluyo una visita memorable a un museo ejemplar.
En un café cercano nos sentamos durante media hora para comentar
las emociones del día, quizá con el secreto deseo de alargarlo un poco más.
Todos agradecimos a Samuel su perfecta organización y me atrevo a decir que
nadie la disfrutó más que yo y por todo ello, por la oportunidad que me brindasteis
de volver a ver lo que nunca creí posible y por vuestra calurosa acogida,
siempre os estaré agradecida, siempre desearé volver a reunirme con tan
extraordinarios amigos.
Para todos y cada uno el más cariñoso abrazo y ¡hasta pronto!
MGM
domingo, 23 de julio de 2017
“DALÍ”
Desvalido,
solitario,
enfermito
imaginario
traído de
acá para allá
por
tiránicas blancuras
en níveas
urnas rugientes;
triste
majestad sedente
en férreo
trono rodante
coronada
gentilmente
por
barretina colgante.
¡Pobre
Salvador Dalí,
pobre niño
consentido
sin papás y
sin amigos
a quien
todos dicen sí!
Patético
niño mío,
no sé si te
habrán querido
pero ahora
serás feliz
en el
Ampurdán celeste
que he
pintado para ti.
.....
MGM
viernes, 14 de julio de 2017
VISITA A LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE GRANDAS DE SALIME
Ayer
día 13 de julio, dada la mala fama que arrastra el número trece según la superstición popular, es probable que
para muchos no fuera un día muy propicio para alejarse del entorno conocido de
cada uno. Sin embargo, nuestro amigo y compañero Samuel, allá a primeros de
junio ya pensó en organizar una excursión junto a sus compañeros de
colegio y esposas, que no fuera muy lejos y que tuviera un poco de todo: gastronomía, paisaje,
entretenimiento, distracción, cultura… El punto elegido con mucho acierto
fue la Central Hidroeléctrica de Grandas de Salime sobre el río Navia.
En principio íbamos a ser
bastantes más los asistentes , pero por diversos motivos y ocupaciones
familiares hemos acudido solo once: Samuel, Olga, Manolo Camposín y Maribel, Alfredo y Conchita, Raúl y Rosi, Galán y Elena. Como miembro e invitada especial, participante y entusiasta del Blog de los
antiguos alumnos de Corias, nuestra entrañable amiga Gloria.
El
punto de encuentro fue en Pola de Allande a las diez de la mañana. Una vez que
tomamos café nos pusimos en marcha toda
la comitiva con dirección hacia el Embalse de Grandas. La hora prevista para la
visita eran las once. Llegamos sobre las once y diez. Como Samuel lo tenía todo
gestionado a la perfección, no hubo ninguna sorpresa. A la entrada de la
central ya nos estaban esperando los guías, que por cierto, uno era exalumno de
Corias, pero de promociones posteriores a las nuestras.
Antes de iniciar el
recorrido nos pertrecharon de una especie de redecilla de color blanco, a modo
de velo, de usar y tirar, para cubrir la cabeza, y sobre ella nos calamos el flamante y reluciente casco blanco.
Fuimos recorriendo los distintos departamentos de la central, acompañados por
personal acreditado que nos fue explicando el funcionamiento y control de los
cuatro grupos generadores que posee la central, con los consiguientes cuadros
de mandos así como los dispositivos autómatas que vigilan y regulan los posibles
imprevistos que pudieran surgir durante la generación de la electricidad. Como
detalle que apreciaron rápidamente las mujeres fue el refulgente brillo que despedían
los rótulos y dispositivos de los cuadros de mandos que eran de bronce.
En la
sala de generadores existe en la parte alta de uno de los laterales un atractivo mural con mucho
colorido en el que se representa el
proceso completo de la construcción de la presa y que es obra de los artistas Vaquero,
padre e hijo. También recoge figuras que hacen comprensible el proceso de generación
de la electricidad mediante el agua embalsada. Comienza por la nube que
proporciona el agua que aportará la energía potencial necesaria, hasta que
salen de la central los kilovatios a la subestación y de ahí a la red eléctrica. Todo el recorrido fue muy ameno,
muy interesante y bien explicado en
términos muy accesibles para profanos y entendidos.
Sobre
las 13 horas finalizamos la visita, nos hicimos la foto de familia en la
entrada de la central y nos fuimos a comer
a un hotel cercano, en la carretera hacia Grandas, llamado Las Grandas.
Por la tarde nos acercamos hasta Grandas de Salime para visitar el Museo
Etnográfico y que algunos ya habíamos visitado hace muchos años. Nos gustó
mucho a todos por el lugar donde está albergado, el contenido, lo bien ordenado, el número de piezas que posee,
por la simpatía de los guías y por qué no decirlo: por el precio tan económico de la entrada, 1,50 €. Gloria firmó en nombre del grupo en el libro
de visitas y con esto dimos por concluida la excursión.
A la
salida de la visita al museo tomamos un café en un bar frente a la bonita
iglesia del pueblo y cada mochuelo a su olivo. Todos regresamos a casa muy satisfechos de haber disfrutado de
un estupendo día entre viejos amigos. Lástima que Josefa, la mujer de Samuel, no pudo asistir por tener otros compromisos.
Muchas gracias a Samuel por la dedicación y esfuerzo en la preparación del
evento, y decirle que es todo un experto
en logística pues, no deja ningún cabo suelto, todo atado y bien atado, no como les pasó a
otros. Así da gusto.
B. G.
G. bloguero “Prior”
jueves, 29 de junio de 2017
A VUELTAS CON LA MEMORIA
El paso del tiempo y la pérdida de memoria suelen ser circunstancias propicias para que el
olvido tienda sus mortales emboscadas.
Esta semana se celebraron los 40 años de la legislatura constituyente con actos en los que fueron
homenajeados, y condecorados, algunos de los miembros que formaron parte de
ella. Éstos, junto a otros hombres y mujeres ya fallecidos, son
reconocidos, unos con más justicia que otros, como protagonistas
de la Transición democrática en nuestro país.
Sin embargo son muchos más los protagonistas olvidados, o solo recordados en esta ocasión por algunos de los actuales diputados en un acto celebrado al
margen del boato oficial. Duele que tantos sacrificios personales y colectivos
por una sociedad más justa hayan sido, y sean hoy, aprovechados por quienes detentan
el poder político y económico para perpetrar el saqueo del bienestar de todos.
Al seguir estas celebraciones a través de los medios de comunicación experimenté la misma sensación que había
experimentado hace más de dos décadas,
cuando, al cumplirse los 20 años de la muerte de Franco y del inicio de
la Transición, se prodigaron fastos parecidos.
Entonces sentí la
necesidad de rescatar la memoria de uno, de uno al menos entre los miles de
olvidados. De un compañero y amigo. Era noviembre - diciembre de
1995 y escribí
una carta al director de El País con el título “La otra
Transición” La carta fue publicada (algo que
dudo hubiera hecho hoy el actual Director teniendo en cuenta la deriva
informativa y editorial mantenida por este periódico durante
los últimos tiempos)
Ahora, igual que entonces, para que el paso
del tiempo y la pérdida de memoria no nos lleve a olvidar, he sentido la necesidad de
recuperar ese recuerdo, y después de bucear en los archivos de Cartas al
Director de la edición impresa de El País recuperé aquella
carta. Hoy la transcribo aquí:
-La
otra Transición - (El País -15 de diciembre 1995)
Un tema de moda: la Transición. ¿Quién, quiénes fueron sus artífices, sus
protagonistas? Unos se ponen medallas, otros las ponen a señores importantes ahora, algunos también lo eran entonces. Pero de los otros protagonistas ¿quién se acuerda? Yo recuerdo uno, uno más entre miles.
Comenzó a luchar
por la libertad y la democracia y muy joven se hizo comunista. Muy joven también un tribunal militar, año 1962, le
encarceló
en el penal de Burgos. Cuando salió, día a día, mes a
mes, año a año, se dedicó tenazmente a continuar esa lucha visitando periódicamente nuevas cárceles.
Los trabajadores de Madrid, especialmente
los metalúrgicos, recordamos una empresa, Taybesa, donde entonces (años 70) trabajaba, y una zona, Ventas, en la cual desarrollaba su
actividad sindical y política. Después años de trabajo agridulce para crear la
estructura capaz de transformar lo que era un movimiento obrero en un sindicato
democrático y de clase.
Una vez cumplida esa etapa, y ya en los años 80, retomó su oficio de siempre, mecánico de automóviles. Pero ya había cumplido 40 años. Su edad y militancia sindical y política no eran buena compañía para
encontrar nuevos empleos: La Transición permanece
detenida ante la puerta de muchas empresas.
Transcurre entre el paro y contratos
temporales (antecedentes de los hoy oficializados contratos basura) ese periodo
de su vida. Hasta una mañana de principios de agosto de 1988.
Muchos partíamos de vacaciones, él se dirigía a un nuevo empleo (temporal, por supuesto). Su vehículo se salió de la carretera y dejó de existir. Aún no tenía 50 años. Este protagonista de la Transición se llamaba Emilio Alcaraz.
Fdo. ulpiano rodríguez calvo.
jueves, 22 de junio de 2017
ADIÓS A UNA AMIGA DEL BLOG
Nuestro más sentido pésame a los familiares de Marta
Rodríguez por su fallecimiento. Dada la
simpatía que sentía esta amiga hacia los
antiguos alumnos de Corias, que mientras tuvo salud, procuró sacar tiempo de donde fuese para visitar con frecuencia este blog y participar en él con sus poéticos y nostálgicos comentarios. Sobre todo, siempre que saliese a relucir algo relacionado con:
Corias, el convento, los frailes, la
juventud de aquellos años, etc. Los amigos del blog siempre la recordaremos y le
quedamos muy agradecidos por sus colaboraciones. Te echaremos de menos amiga Marta. D. E.
P.
B.G.G. bloguero"Prior"
miércoles, 21 de junio de 2017
LA DÉCIMO SEGUNDA
Este grupo de talludos “pimpollos”
que vemos posando en la tercera foto, tras
los rosales enanos repletos de lucidas y atractivas rosas rojas, son antiguos alumnos de Corias, restos de la promoción: 1959-1966. Aunque por
ley natural el grupo va mermando, pues, ya sufrimos tres bajas entre nosotros; la última muy reciente todavía pues, apenas hace tres semanas que nos dejó el amigo Juanma
de Pola de Lena. La foto en
la que estamos todos de pie, recoge el
momento del brindis en su honor
y memoria por buen amigo y excelente compañero.
A pesar de estos reveses que da la vida, el resto de compañeros seguimos
reuniéndonos al menos una o dos veces anualmente. La de este año ha hecho la décimo segunda cuchipanda. El número de asistentes a
estos encuentros suele oscilar entre ocho como máximo y como pocos seis, como ha sido el caso de este año.
Lo que sí ha cambiado esta vez fue el lugar de celebración, que ha sido en La Cruz
de Lena en una preciosa casita de recreo, propiedad de Raúl, con trazas de
hórreo y enclavada en un paisaje de
montaña idílico. Pero el cambio afectó principalmente, a las coordenadas del
lugar pues, en cuanto a bonitos y acogedores lugares y esmerada atención por
parte de los anfitriones son a cual más, entre los cuatro “refugios” que
caritativamente, han ido acogiendo al grupo a lo largo de estos diez últimos
años.
Estos sufridos amigos que se brindan
gustosamente para atender y asistir a
este maduro grupo, la mayoría septuagenarios, tienen mucho mérito y les
estamos todos muy agradecidos por ello, pues, queramos
o no, vamos muy mayores y ya damos
mucha lata. Bueno, en cuanto a lata, no nos quejaremos demasiado pues podría
ser la cosa mucho peor si la asistencia fuera al completo.
También es de justicia decir que algunos de estos “mesoneros”
improvisados, se les hace la carga un
poco más llevadera gracias a la veteranía adquirida en prestar este servicio
una y otra vez, como es el caso de Fidel en Baselgas, en el concejo de Grado, que
llevamos recayendo por allí, ya cinco
veces. No sería nada de extrañar que la
próxima vez que por allí aparezca la comitiva, se encuentre en la fachada de la casa con un
letrero que diga más o menos esto: “CERRADO POR TIEMPO INDEFINIDO DEBIDO A REFORMAS ESTRUCTURALES MUY IMPORTANTES EN EL
EDIFICIO. LA PROPIEDAD SOLO ATIENDE ON LINE,
Y VISITAS NO SE RECIBEN HASTA NUEVA ORDEN”.
Bromas aparte, es justo decir que
pasamos un estupendo día y que regresamos todos a casa con ganas de volver a repetirlo
en cualquier momento: bien sea en cualquiera de estos privilegiados lugares, o
en el albergue municipal más próximo si hiciese falta; eso daría lo mismo. El caso es poder seguir
juntándose todos, y celebrándolo así de bien. Hasta pronto.
B. G. G. bloguero “Prior”
viernes, 16 de junio de 2017
CANÍCULA Y CEREZAS
Continuando
con las diversiones propias de nuestra infancia, durante los calurosos meses de julio y
agosto, los que fuimos criados en pueblos con río cercano, hay que reconocer
que tuvimos mucha fortuna pues, ya siendo pequeños, como dicen los argentinos, apenas
unos soretes, llegados los calores caniculares nuestra mayor distracción a la hora de la
siesta era ir al río y meternos en los pozos más remansados para, a base de
insistencia y de algún que otro trago involuntario de agua, y de sufrir mofas y
repetidas “aguadichas” por parte de los “xabardus” (brutos) mayores, lográbamos aprender a nadar.
Otro
entretenimiento, muy valorado por todos nosotros en estas fechas, consistía en
por las noches ir a visitar los cerezos vecinos que había en el pueblo y si
estaban bien cargados de fruto les aligerábamos un tanto de peso. Esta diversión conllevaba cierto
riesgo físico pues, a veces, a pesar de cobijarnos la oscuridad de la noche, no resultaba nada
fácil el esquivar los cantazos que
llegaban a la “caramiecha” (cima) de los árboles, estando como estábamos, sin nosotros saberlo, bajo la atenta vigilancia y puntería de los astutos
y recelosos dueños de los cerezos.
Volviendo a la
primera diversión, conviene resaltar que en aquella etapa de nuestra adolescencia,
el adquirir la capacidad de poder
comportarse como un “bilaxu” (trucha pequeña) en el agua,
durante al menos unos momentos, suponía todo un reto y era una de las formas de poder compartir de igual
a igual con los mayores las sesiones de
baño, ya que
ellos eran más veteranos en esas lides y se manejaban con cierta soltura,
tal como el lanzarse de cabeza al agua desde un risco elevado de la orilla y bucear hasta tocar con
la punta de los dedos el fondo del pozo.
Para los más novatos el poder llegar a
hacer esas mismas proezas que hacían los mayores, era como alcanzar un rango, un estatus superior
dentro de la jerarquía de la pandilla pues, entrañaba una de las mejores formas
de divertirse y de que los mayores te respetaran y te tuvieran en cuenta. Sin
embargo, las muchachas era más raro que fueran al río a bañarse junto con
nosotros. De ir, iban algunas veces, pero ellas solas y medio escondidas, para procurar
que los rapaces no las viésemos en traje de baño, ya que para ellas aquella pudorosa y generosa vestimenta
resultaba poco menos que estar en paños menores.
No hace mucho
he hecho un comentario en Facebook relacionado con los baños en la playa, que
por cierto, como apreciación diré que a pesar de haber tantas piscinas al aire
libre y climatizadas en todas las ciudades, todavía se ve bastante gente que no sabe
nadar. En dicho comentario reconocía y
agradecía el haberme criado en un pueblo ribereño con río cercano pues, gracias
a eso, a partir de los 10 o 12 años, aproximadamente, ya sabíamos nadar lo que
nos facilitó a lo largo de la vida el poder disfrutar de los relajantes baños veraniegos
en los ríos y ocasionales en el mar.
Recuerdo
siendo niño que de vez en cuando, en
verano, se organizaba en el pueblo alguna que otra excursión a Luarca, gracias
a los servicios de ALSA, pues, era la
única forma de que los de interior pudiésemos disfrutar, al menos por un día, de los reconocidos efectos beneficiosos que la
brisa marina y el agua del mar producen
en el cuerpo humano. Era curioso comprobar que la mayoría de nuestros
progenitores, a pesar de ser ribereños, no sabían nadar; pero una vez en la playa, se remangaban la ropa como podían, tanto hombres
como mujeres, y se metían en el agua hasta que les cubría por la rodilla para disfrutar de las caricias del oleaje y también
para que el salitre marino les aliviase los frecuentes dolores musculares y
reumáticos que les solían acompañar.
Por el
contrario, los zagales nada más que
pisábamos arena fina, ya nos despojábamos
a la carrera de la ropa y nos quedábamos
con el calzón de baño, de marca Meyba, el cual, la mayoría de las veces,
no estaba para muchos trotes pues, entre lo descolorido
y desgastado que lo teníamos, era como si lleváramos encima puesto un tul, (más o menos como el que se vio que llevaba
puesto Rodrigo Rato, de color amarillo, estando a bordo de un yate), pero como
tampoco teníamos mucho que tapar, esas minucias a nosotros apenas nos
condicionaban ni nos coartaban a la hora de tener la oportunidad de meternos en
el mar. Al instante, ya nos adentrábamos con cierto recelo en el agua hasta donde hubiese calado suficiente y que
las olas no fuesen muy grandes, para
poder demostrar que nuestras habilidades natatorias adquiridas clandestinamente
en aguas dulces, también eran igual de válidas
para la mar salada.
Nada más
comenzar a nadar nuestros mayores se
quedaban estupefactos al comprobar que no solo nos manteníamos a flote del
agua, sino que sabíamos nadar y bucear
casi tan bien como lo hacen las anguilas. En ese momento se preguntaban entre
ellos: ¿y dónde aprendieron a nadar estos diablecos? La duda no duraba mucho
pues, siempre había alguno del grupo con
cierta incontinencia verbal, que descubría el intríngulis al momento, diciendo
que habíamos aprendido en el Narcea mientras nuestros padres dormían la siesta,
y que la mayoría de nosotros la siesta la pasábamos metidos en el río, y cuando salíamos al prado a secarnos
estábamos ya blancos como la leche, tiritando y dando diente con diente, de lo fría que solía estar el agua.
Recuerdo que algunas
madres y padres de los amigos del pueblo, gracias a las esporádicas excursiones
a Luarca, descubrieron que sus retoños sabían nadar sin su
consentimiento y sin que ellos les hubieran enseñado. De ahí que se mostrasen algo
más tolerantes a la hora de aplicar castigo pues, a pesar de haber burlado las horas impuestas de siesta, tampoco
era como para decir que habían desperdiciado el tiempo pues, mientras los padres se creían que los “diablecos” estaban reposando en la piltra,
para que luego afrontaran los trabajos de la labranza con mayor ímpetu y ganas,
lo que estaban haciendo era chapotear en los pozos del Arca o de Souto como si fueran auténticas “tsóndrigas”
(nutrias).
La verdad es
que no era de extrañar que nos prohibieran el ir solos a bañarnos al río, ya
que, algunos de los pozos que
frecuentábamos encerraban mucho peligro por los remolinos que en ellos se
formaban, sobre todo, en los situados en
profundos recodos o meandros del río Narcea y también de sus tributarios, el
Gillón y el Moal, principalmente, en las inmediaciones de Ventanueva.
Pero no todo
eran parabienes por el sorprendente aprendizaje adquirido, no; a más de uno y
de dos, cuando sus madres descubrieron la
desobediencia y el rechazo de las horas de la siesta, les costó algún que otro disgustillo, como el tener que asumir,
día tras día, el realizar ellos solos, sin la ayuda de nadie, ciertas tareas engorrosas de la ganadería, que
no resultan muy gratas en sí, pero que son obligatorias para la higiene y
desarrollo de los animales estabulados: como era la limpieza y barrido de la
cuadras, sacar el cuito de las cortes de
gochos y vacas, el abastecimiento de mullido para el ganado, etc.
Lo positivo de
todo esto es que, a base de mentir un
poco a los padres, mentiras piadosas, no
sin riesgo de recibir unas buenas “xostradas” (bofetadas) si nos descubrían, y a tener que chapotear incansablemente en el
agua por nuestra propia cuenta, primero solo con las manos, imitando a los
perros, y después ya con brazos y piernas, tipo rana, aprendimos a movernos dentro del río con cierta soltura, sin gastar un duro y sin
necesidad de tener que adquirir excesivos tecnicismos en las formas y en las
poses, ni soportar reproches de monitores, demasiado estrictos y académicos.
B. G. G. bloguero “Prior”
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